Así era Tupac Shakur, el real. Logró vender más de 75 millones de discos. Murió tiroteado hace 16 años. Ahora dos empresas especializadas en efectos especiales le han recuperado virtualmente, componiendo un holograma de su figura.
Tan bueno ha sido el resultado que el rapero pudo dar un concierto póstumo junto a otros artistas. No hay cifras pero esta resurección tecnológica ha podido costar más de 300.000 euros. Otros cantantes ya se apuntaron a esta moda.
Sobre el escenario la única de carne y hueso era Madonna. Actuó junto a los personajes de Gorillaz hace seis años. Obsoletos parecen quedar ya los duetos imposibles del pasado, como el de Nat King Cole y su hija Natalie o el de Talia y Elvis.
Hasta Raphael compartió canción con la fallecida Rocío Jurado. Aunque la estrella más virtual es ella. Hatsune Miku, un dibujo en tres dimensiones que hace las delicias en Japón.
Devolver a los escenarios a los artistas muertos en forma de holograma. Una nueva fuente de ingresos para la música con muchas ventajas: no se cansan, no protestan y nunca desentonan.