Calientan la garganta y comienzan los preparativos a lo largo y ancho del escenario. Se transforman adolescentes de los años 50, en los que nunca puede faltar la inseparable nube de laca.
Hasta la Olivia Newton John a la española, tan inocente e ingenua como siempre, se cansa de ser una niña buena, mientras que Dani Suko se mantiene tan preocupado por su pelo como el resto de los T-Birds. Tan metido en el papel que a veces se sorprende fuera de escena andando como Travolta.
Preparación física y un voz melodiosa. Un historia de amor, donde no faltan los celos. Aunque ahora lo que les toca es apagar las velas, ya que celebran el 40 cumpleaños del estreno de Grease en Broadway.