Renacer
Tres verdades incómodas de Bahar tras lo sucedido entre Uras y Seren en Renacer
Lo de Uras y Seren no solo ha roto un matrimonio: ha puesto a toda la familia contra las cuerdas. Y en medio de ese caos, Bahar ha tenido que tomar decisiones como madre, como suegra y como abuela, aunque le duelan.

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Desde que estalló el conflicto entre su hijo y su nuera, Bahar vive con el corazón en un puño. Por un lado, ve a Seren destrozada y sabe que no se merece lo que le han hecho. Por otro, mira a Uras y no deja de ser su hijo, aunque haya fallado de la peor manera. Y en medio están los niños, que no entienden nada, pero lo están pagando todo.
Por eso, después de lo ocurrido, Bahar ha dejado claras tres verdades incómodas. Son decisiones y pensamientos que duelen, pero que explican por qué está al límite.
En su casa no hay sitio para quien traiciona
Bahar no dudó cuando vio a Seren destrozada. Entró en la habitación, cogió una maleta y se la hizo a Uras sin casi decir palabra. Para ella, como madre es devastador, pero como mujer no puede mirar hacia otro lado. Le recordó cuánto sufrieron cuando descubrió que Timur le era infiel y la frase que un día Uras le dijo a su padre: “Es hora de que te vayas”.
Sus nietos son la línea roja
Cuando Uras y Seren acabaron en una pelea brutal por los niños, Bahar se plantó entre los dos como un muro. Dejó claro que no piensa permitir que los pequeños paguen la guerra de los adultos y no dejará que Leyla y Mert sufran por culpa de nadie: “No voy a dejar que derramen ni una lágrima. Me enfrentaré a quien haga falta”.
Ser justa con Seren le parte el alma como madre
La tercera verdad es la más difícil, porque Bahar la vive por dentro: su corazón está dividido. Sabe que echar a Uras es lo correcto, pero no puede evitar pensar dónde dormirá, en la vergüenza que se ha buscado y en cómo queda la familia.

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