El padre de los menores asesinados en Huétor-Tajar vuelve al hospital tras despedir a sus hijos: "Va para largo"

En Huétor-Tajar han dado su último adiós a Guillermo y Pablo, los niños de 10 y 13 años asesinados por su abuelo. Poco antes de las once de la mañana llegaban los coches fúnebres al cementerio de la localidad y detrás, en un coche gris, su padre, Antonio.

Tras estar hospitalizado, ha sacado fuerzas para despedir a sus pequeños en la más estricta intimidad. El cementerio, al que solo han podido acudir los familiares directos, ha estado custodiado por la Guardia Civil y la zona del sepelio tapada con lonas.

Una hora después, una vez concluido el entierro, Antonio ha salido en el coche tapando su rostro con una manta. Los vecinos aún no se explican cómo Pepe, el abuelo de los niños, pudo arrebatarles la vida.

Han asegurado que estaban muy unidos y que vivían prácticamente juntos, en el mismo bloque. Aunque, eso sí, después del accidente, han comentado, Pepe no volvió a ser el mismo.

En Y ahora Sonsoles hemos hablado con María José, familiar de Antonio, que ha asegurado que tras el entierro el padre de los menores ha vuelto al hospital, donde está acompañado por sus hermanos. "Está bajo vigilancia médica y con medicamentos muy fuertes", ha dicho.

De momento no se sabe cuánto tiempo estará en el hospital, pero María José cree que va para largo. Y es que Antonio ha perdido en apenas dos meses a las cinco personas de las que más quería.

Para ella, ha dicho, es uno más de la familia y está dispuesta a ayudar en lo que pueda para sacarlo hacia delante. "Yo creo que estará bien acobijado", ha dejado claro, porque, según ha dicho, son una familia ejemplar y él es una buena persona.

Los familiares de Antonio, el padre de los niños, explicaron en qué situación se encontraba después de haber perdido a toda su familia.