Hablamos con ellas
La aventura de dos amigas que durmieron en el gimnasio tras quedarse encerradas: "Una experiencia inolvidable"
Las dos amigas se despistaron y se les pasó la hora de cierre. A pesar de que intentaron ponerse en contacto con la dueña, ella no respondía porque estaba durmiendo así que decidieron quedarse allí dentro durmiendo hasta que se abriese la puerta a la mañana siguiente.
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La historia de Xuso Jones encerrado en un bazar de Cartagena se ha repetido, pero esta vez en un gimnasio. Dos amigas de Santiago de Compostela han tenido que dormir en él por un despiste.
A la una de la mañana, la domótica del centro deportivo les cerró las puertas automáticas mientras ellas entrenaban.
Pero lejos de alarmarse, ellas decidieron tomárselo con humor y pasaron la noche en una cama improvisada sobre un banco para levantar pesas.
Las dos amigas trataron de ponerse en contacto con Sabela, la dueña del gimnasio, pero era tarde y estaba dormida. Por ese motivo tuvieron que esperar pacientemente a que las puertas se abrieran.
Ellas lo definen como una experiencia inolvidable, aunque al principio se quedaron en shock. "Se nos fue el tiempo", ha dicho, y las puertas se cerraron.
Al ver que Sabela, la dueña, no respondía, decidieron quedarse. Xiana, por su parte, se puso más nerviosa que Salma porque tenía un trabajo al día siguiente, pero finalmente decidieron tomárselo con humor e irse a dormir.
"Estábamos muy pegadas y fue difícil, pero dormimos toda la noche hasta que se abrió la puerta a las seis de la mañana", han asegurado. Ellas incluso lo publicaron en redes sociales.
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Sabela, la dueña del gimnasio, vio los mensajes cuando se levantó por la mañana. "Me dio la risa y me hizo gracia", ha dicho. Ella sabía que iban a estar bien ahí, a pesar de que en la recepción hay un mando con el que se puede subir y bajar la verja.
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