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Flora

El olivo y el laurel, plantas con tradición

Pese a que este año la Semana Santa será atípica, algunas tradiciones continúan respetándose. Es el caso de la bendición de ramas de laurel y olivo que después se utilizan para proteger los hogares durante todo el año.

La COVID-19 nos está arrebatando muchos momentos y festividades, este año volvemos a no celebrar la Semana Santa. A pesar de la pandemia muchas tradiciones de antaño se siguen respetando y cumpliendo.

Nos desplazamos al barrio de las letras, en pleno centro de la capital madrileña, a la floristería 'El ángel del jardín', un lugar con siglos de historia. Y tenemos la suerte de disfrutar de un olivo al que Filomena dejó secuelas pero que consiguió sobrevivir al duro temporal.

Según explica la botánica, Elsa Valverde, el olivo es una planta mediterránea de hoja perenne que necesita "un exterior y es muy fácil de mantener". El laurel por su parte requiere de "un sustrato drenado" aunque no hay que estar "muy pendiente porque se aclimata muy bien".

Y son estas dos plantas, las que por tradición se han convertido en las más típicas de esta época del año, la magia de la Semana Santa.

Existen costumbres, sobre todo en el norte del país, en la que se utiliza unos ramos de laurel y olivo que son bendecidos en la misa del Domingo de Ramos. Una vez bendecidos se suelen colocar en los dinteles de las puertas de los hogares para ahuyentar los rayos y tormentas, para tener buenas cosechas y para evitar que sucedan cosas malas en ese hogar.

Tradiciones que pese a la situación que estamos viviendo mucha gente sigue cumpliendo fielmente año tras año.

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