La pesca de la almadraba genera más de 1000 empleos en Cádiz

El arte de la almadraba tiene miles de años de historia y hoy sigue siendo el sustento de muchas familias aunque sólo da para vivir la mitad del año. Podría dar más puestos de trabajo si la pesca de atún no estuviese limitada por un sistema de cuotas, es decir, estos marineros sólo pueden pescar un número de toneladas muy limitado. Menos atún, menos trabajo.

Los almadraberos tienen un sueldo fijo que es muy corto y el resto del dinero que ganan depende de la cuota por pescado. Los pescadores se lamentan de que las cuotas sean tan bajas pues consideran que la especie ya se ha recuperado. "A ver si abren un poco la mano y podemos ganar algo más de dinero", asegura Rafael, uno de los pescadores.

Una vez llega el atún a puerto, el trabajo de los almadraberos acaba hasta la madrugada siguiente y empieza el ronqueo, el despiece del atún. Tras despiezar el atún se congela a -60 grados. Para esto se necesitan muchas personas, la mayoría son jóvenes que aprovechan estos meses para llevar un sueldo a casa. Al contrario que en la pesca ellos sólo tienen faena para dos meses, el resto del año tienen que buscarse la vida.