Impactantes imágenes de un atraco fallido en una frutería de Barcelona

Afortunadamente todo quedó en un susto, pero de los gordos. Daniel y Rosana estaban a punto de cerrar la frutería en la que trabajan en la barcelonesa calle de Sants, cuando un hombre con el rostro cubierto y portando un arma entró en el establecimiento y les obligó a darles la recaudación. Tras hacerse con el botín, el atracador pidió a Rosana que le llevara al almacen y abriera la caja fuerte, pero ella se puso nerviosa y no logró acertar con la combinación. Para no perder tiempo, el atracador decidió ir a por las taquillas de los empleados, que también desvalijó.

El atraco parecía un éxito, pero la casualidad hizo que una panadera, vecina de la frutería entrara en el local para despedirse y se percató de lo que ocurría. Dio la voz de alarma a la policía que se presentó en cuestión de minutos en el establecimiento y detuvo al atracador que ya se había hecho con un botín de cerca de 3.000 euros. Cuando todo acabó, Rosana tuvo que ser atendida por un ataque de ansiedad.