El director adjunto de Espejo Público, Jorge Gallardo, testigo de una estampida por miedo a un tiroteo en Orlando

El desfile del 4 de julio celebrado en Orlando (Florida) ha terminado con una estampida de personas que confundieron los fuegos artificiales con disparos. El miedo y el caos se apoderaban de los asistentes al acto de conmemoración. Entre ellos se encontraba el director adjunto de Espejo Público, Jorge Gallardo, de vacaciones en el lugar.

Cuenta Gallardo que después de 3 horas de espera llegaba el ansiado espectáculo de fuegos artificiales. Cinco minutos después de que arrancaran los fuegos empezó a llegar "una marabunta de personas hacia el escenario en el que estaba tocando una banda en directo". "No te puedes ni imaginar el pánico y el miedo que hemos pasado", confesaba el director adjunto del programa a Susanna Griso. "Corríamos pensando que había un loco pegando un tiro. Esto ya no es como Europa que piensas que puedes ser víctima del terrorismo, aquí se suma la variante de esos locos que cogen una pistola y se ponen a matar a gente en un espacio público".

"No te puedes ni imaginar el miedo y el pánico que hemos pasado"

Asegura Gallardo que en EEUU ayer no se hablaba de otra cosa que no fuera el tiroteo de Illinois (Chicago) que se ha saldado con 6 muertos. El espectáculo en Orlando comenzó con 30 minutos de retraso y la gente ya estaba un poco nerviosa por lo que había sucedido en otro estado. Recuerda que en 2016 en Orlando hubo una matanza en un pub gay en la que murieron más de 40 personas por un tiroteo, por lo que la población en Orlando está muy sensibilizada con este tipo de ataques.

"En cuanto empezamos a ver a la gente correr ya no sabíamos si era el ruido de los fuegos artificiales o una metralleta de alguien que estaba disparando", apunta Gallardo, que no dudó en grabar la secuencia de los hechos para el programa Espejo Público.

"No sabías si el ruido era de los fuegos artificiales o de alguien con una metralleta pegando tiros"

En este momento la Policía de Orlando está pidiendo colaboración ciudadana para saber cómo se inició la estampida de gente. Las escenas de pánico se sucedieron por desconcierto y confusión: Decenas de asistentes al desfile dejaron abandonadas sus pertenencias. Niños y ancianos se quedaron solos en medio del pánico y ahora las autoridades trabajan para restablecer el orden y la normalidad tras el caos.