La familia de Luis Hidalgo, de Bilbao, pidió una ayuda económica a las administraciones públicas para poder hacer frente a sus deudas. Sin embargo, las autoridades, lejos de concederles la ayuda, decidieron enviarles una técnico que determinó que su hijo sufría una situación de desamparo y se quitó a Luis y a su mujer la custodia del niño.

Estos padres han estado dos años sin su hijo y forman parte de una organización que denuncia casos como este en toda España. Según el testimonio de Luis, no se trata de un caso aislado ni excepcional, ya que deja entrever que detrás de todo esta situación se esconde una trama con diversos intereses económicos.

Por si fuera poco, Luis afirma que esta separación es una venganza personal de la educadora encargada de evaluar su situación familiar. Insinúa que ésta podría haber actuado por despecho y que en su día denunció sin éxito que esta persona no era la adecuada para avaluar su caso.

También contamos con el testimonio de Natalia Martínez, una pediatra de Barcelona que lleva cuatro años separada de su hija porque las administraciones públicas consideraron en su día que la niña se encontraba en situación de desamparo.

Como Luis Hidalgo, Natalia insinúa que su caso podría ser una venganza personal de su ex marido, a quien denunció por violencia de género. Ambos padres afirman que los niños se encuentran en una situación mucho peor que en la que se encontraban cuando fueron separados, ya que sufren secuelas físicas y psicológicas.