El sacerdote Adolfo Linares lleva 10 días desaparecido. Se le perdió la pista cuando estaba de vacaciones en la isla de Ibiza. El otro sacerdote de la localidad, Germán Sánchez González, ha señalado que el rastro de su compañero se perdió "en un acantilado", lugar al que, al parecer, llegó tras alquilar una moto por un día "para dar unas vueltas por la isla". "Parece ser que la moto apareció bien aparcada, pero él ha desaparecido", ha afirmado.
Adolfo Linares se desplazó a la isla balear el día 1 de julio y tenía previsto regresar el pasado día 11, pero no fue así. "Le fue a buscar un amigo al aeropuerto de Bilbao y no llegó", se lamentó Germán. Alertados, los hermanos del desaparecido fueron los que denunciaron este hecho, por lo que la Policía Nacional y la Guardia Civil de Ibiza está tratando de dar con su paradero, en coordinación con los agentes del instituto armado de Ampuero.
Isabel, una de las fieles de la parroquia, que ayuda en labores de sacristía, ha declarado que espera que vuelva el cura, a quien considera como de la familia. "Es una persona muy positiva, muy activa, muy trabajadora, y espero que vuelva por ahí cualquier día", ha declarado.
La mujer ha mostrado su extrañeza por el hecho de que el párroco desaparecido hubiera alquilado una motocicleta para desplazarse por Ibiza. "En la vida le he oído ni nombrar motos ni nombra bicicletas, y a mí me extraña muchísimo que haya alquilado una. Es que no lo entiendo y, la verdad, le echo muchísimo de menos, me acuerdo constantemente de él y le echo mucho en falta", ha sentenciado.
Por su parte, Guadalupe, una de las mujeres encargadas de restaurar los retablos de la parroquia de Ampuero, ha afirmado que la gente de su alrededor está especialmente "nerviosa" y que esperan que regrese el párroco desaparecido para inaugurar "dos tallas" que han sido restauradas recientemente. Según ha explicado, Linares les dijo que aguardaran a que regresara de sus vacaciones para buscar una fecha.
Guadalupe ha destacado lo bien que está la iglesia, cuestión que achacó al "esfuerzo" de Linares. "Yo la he visto en ruinas, no se podía pasar, y ahora puede gustar bien, puede gustar menos, pero tenemos iglesia", ha resaltado.
Preguntados en Ampuero, los habitantes de la localidad han expresado sus deseos "y confianza" para que vuelva su párroco. "Lo sentimos muchísimo, todo el pueblo en general, le aprecio mucho, para nosotros es de la familia", ha enfatizado una de las entrevistadas, quien mantiene la esperanza de poder "volverlo a ver".
Por su parte, Javier, del restaurante La Pinta, donde el cura desaparecido comía todos lo días, ha resaltado que "se le echa de menos".