Hace una semana, Ibai Uriarte, el niño de cuatro años que fue sometido a un trasplante de cinco órganos a finales de diciembre, abandonó la UCI y era trasladado a planta del Hospital de La Paz. La evolución del pequeño sigue siendo muy positiva.
De hecho, desde que Ibai ha salido de la UCI se muestra también más alegre. Así lo asegura su familia. Espejo Público ha hablado con Javier Uriarte, padre de Ibai. Uriarte ha contado que su hijo está fenomenal: "siempre tiene hambre y ganas de jugar".
Ibai fue sometido a un trasplante multivisceral de hígado, estómago, duodeno, intestino delgado y páncreas, el pasado 29 diciembre de 2010. Según ha contado el padre, el calvario comenzó cuando, en una revisión rutinaria, le detectaron un tumor en el abdomen que resultó ser un embrión gemelo que se le había enquistado cuando aún estaba en el vientre de su madre. La operación para extraerlo tuvo complicaciones y se le obstruyeron dos arterias vitales, lo que provocó un colapso en sus órganos.
Ibai fue rápidamente trasladado al Hospital de la Paz de Madrid, el único de España en el que le podían realizar una intervención de estas características. Allí los médicos advirtieron a la familia del pequeño de que si no se encontraba un donante en dos días, el niño fallecería.
Sin embargo, Ibai aguantó hasta que los padres de un niño portugués, fallecido en un accidente cardiovascular, autorizaron la donación de los órganos de su hijo. Tras una operación de seis horas, el pequeño Ibai volvió a la vida.
"Fue el regalo divino de estas navidades que era el único que necesitamos. Ahora tenemos la oportunidad de tener un futuro con nuestro hijo", ha asegurado el padre de Ibai, que también ha querido agradecer la enorme ayuda y el cariño que han recibido.