Dorel Marcu, el padre del supuesto homicida que el pasado lunes mató a su novia en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz para luego mostrarle su imagen por una webcam, afirmó que la víctima "le hacía la vida imposible".
"Al hablar con él temí que se tirara por el balcón"
"Le echaba a menudo de casa y traía a otros hombres", declaró Dorel Marcu en una conversación telefónica desde su casa de Copsa Micu, en el centro del país.
Su hijo, de 21 años, estranguló el lunes en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz a Viorela .M, también rumana, de 19 años, embarazada de cinco meses.
Según las informaciones proporcionadas por la policía española, al parecer la víctima le comunicó a su agresor su intención de romper la relación y que el hijo que esperaba no era suyo.
Tras los hechos, el hombre se comunicó por internet con su padre en Rumanía y a través de una webcam le mostró el cuerpo sin vida de su compañera.
"Al hablar con él temí que se tirara por el balcón", declaró Marcu, quien afirmó que su hijo "iba a volver pronto a Rumanía porque no aguantaba más. Ahora está enterrado en vida".
Fue el padre del joven, tras hablar con él, quien alertó a la policía rumana que, a su vez, informó a la policía española.
"Se burlaba de él, le hizo dormir muchas veces en las escaleras"
"Se burlaba de él, le hizo dormir muchas veces en las escaleras", añade el progenitor del presunto homicida. Marcu quiere viajar ahora a España para estar cerca de su hijo, pero carece de medios económicos.
"Un viaje a España cuesta mucho dinero y yo no tengo trabajo. En casa sólo trabaja la mujer", explicó Marcu, que se ha puesto en contacto con el consulado rumano en Madrid para que le ayude con el desplazamiento.
El padre también calificó de "mentira" que su hijo quisiera matar también a la hermana de su novia, como han escrito algunos medios.
La hermana "estaba con él en casa cuando hablamos por teléfono. Si hubiera querido hacerlo, lo hubiera hecho", afirmó el padre, que dijo que si su hijo no se separó de su novia fue por la niña que tenían en común.
El crimen ha causado una gran conmoción en Rumanía y toda la prensa se hace eco del caso y recoge reacciones en Copsa Mica. "Todo el mundo habla del crimen", dijeron vecinos de la localidad.
El alcalde de la ciudad donde vive Dorel Marcu, Daniel Tudor Mihalache, aseguró que "estas cosas pueden pasar con gente de cualquier parte" y que "lo que sucedido no compromete en nada la imagen del pueblo", situado a unos 300 kilómetros al norte de Bucarest.