La maternidad tarda en llegar. Según los últimos datos, siete de cada diez parejas han retrasado su decisión de tener hijos. Esto ha provocado que aumente el número de pacientes que se someten a un tratamiento de reproducción asistida. Y la edad juega un papel también muy importante a la hora de que funcionen estas técnicas.
"Por encima de los 35 años, la caída de ovocitos es exponencial y, por otra parte, la calidad de los mismos; cada vez los óvulos son peores en el sentido de que la carga cromosómica, genética, que llevan está más alterada", explica una ginecóloga.
Ha aumentado la fecundación in vitro y también la donación de ovocitos. Esta última técnica multiplica por siete las posibilidades de embarazo en mujeres mayores de 40 años. "Aproximadamente en estos cinco o seis años, a lo mejor se ha multiplicado por cuatro o por cinco el número de ciclos que se hacen con donación de ovocitos", informa una especialista.
En la actualidad la edad media de las mujeres que se someten a un tratamiento de reproducción asistida es de 38 años. Hacerse un estudio genético previo podría facilitar las cosas a la hora de prever un embarazo. "Yo creo que el ginecólogo general tiene que valorar en función de la edad de la mujer y el recuento de folículos centrales; si no ha tenido hijos, animarla o informarla que no espere demasiado", indica.
En nuestro país la edad media de la mujer en el nacimiento de su primer hijo son los 29 años. Un embarazo a esa edad supone menos riesgos.