Fuentes oficiales de Estados Unidos y de la compañía Mariner Energy han confirmado que por el momento no hay indicios que apunten a un nuevo vertido en el golfo de México a causa del incendio registrado en una plataforma petrolífera 'Vermilion 380'.
La empresa había informado anteriormente de la existencia de una mancha de crudo de 30 metros de ancho y más de kilómetro y medio de largo, pero el capitán de la Guardia Costera Peter Troedsson dijo después que los barcos y aviones destinados a la zona "no pueden ver ninguna mancha", informó 'The Washington Post'.
Un incendio en una plataforma petrolera en el Golfo de México, propiedad de Mariner Energy, volvió hoy a poner a EE.UU. en alerta ante la posibilidad de un nuevo derrame en las mismas aguas del vertido de BP, el mayor de la historia del país.
La plataforma accidentada se encuentra al oeste de la Deepwater Horizon, gestionada por BP, donde una explosión provocó en abril la muerte de once operarios y, tras su hundimiento dos días después, una fuga de petróleo en un pozo. En un principio, las autoridades informaron de la presencia de una mancha alargada de cerca de 1.600 metros, pero posteriormente rectificaron esta información.
Las trece personas que se encontraban en las instalaciones saltaron al agua tras producirse un fuego que aparentemente fue provocado por una explosión.
Los afectados fueron encontrados juntos con trajes especiales para protegerse de hipotermias y, posteriormente, fueron evacuados por el barco Crystal Clear a una plataforma cercana y después a un hospital en tierra firme. Uno de ellos resultó herido, según dijo a CNN el portavoz de la Guardia Costera, Bill Colclough.
Esta plataforma, llamada Vermilion Oil Rig 380, está a unos 160 kilómetros al sur de la costa central de Luisiana. Su propietaria, Mariner Energy, es una empresa de gas y petróleo con sede en Houston (Texas).
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, informó en una rueda de prensa que el pozo de la plataforma de Mariner Energy "no está activo", algo que confirmó un portavoz de la empresa, Patrick Cassady.
La "poco profundidad" de las aguas sobre las que se encuentra fue también destacada por Gibbs, ya que la plataforma gestionada por BP estaba a unos 1.500 metros, uno de los principales obstáculos para las tareas para frenar el derrame.
La plataforma no estaba en esos momentos extrayendo petróleo o gas y las autoridades no han podido determinar las causas y circunstancias del incidente.
Tras conocerse el incidente, la cotización de sus acciones en la Bolsa de Nueva York cayeron un 5%, si bien poco antes del cierre retrocedían un 2,53 por ciento.
El incidente se produce en medio del debate sobre los riesgos de extraer petróleo en aguas profundas, unos peligros que han sido evaluados por el Congreso y el Gobierno desde que se produjo el derrame de BP.