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ESTE SÁBADO, DÍA CRUCIAL PARA LOGRAR UN PACTO

Obama aún mantiene el "optimismo" para evitar el 'abismo fiscal'

El presidente de EEUU se ha reunido a puerta cerrada con los líderes de las dos cámaras del Congreso. Si el acuerdo bipartidista fuera imposible, ha pedido que se vote su plan de mínimos, que pretende evitar subidas de impuestos a la clase media, extender las prestaciones por desempleo y reducir el déficit.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se ha mostrado "moderadamente optimista" de que se pueda alcanzar un acuerdo de última hora que evite el "abismo fiscal". Para ello, ha pedido a los líderes demócrata y republicano del Senado que presenten un plan común para votarlo antes de que acabe el año.

En una comparecencia ante los medios de comunicación, poco después de reunirse a puerta cerrada con los cuatro líderes de las dos cámaras del Congreso, Obama ha dicho que el senador Harry Reid (demócrata) y Mitch McConnell (republicano) trabajarán en las próximas 24 horas en un plan bipartidista que pueda obtener el respaldo tanto de la Cámara de Representantes como del Senado.

Si no fuera posible ese acuerdo bipartidista, Obama ha dicho que ha pedido a Reid, líder demócrata del Senado, que someta a votación de la Cámara Alta el plan que la Casa Blanca considera el mínimo indispensable para evitar el abismo fiscal. Dicho plan, defendido por Obama, pretende que no suban los impuestos a la clase media, extender las prestaciones por desempleo para 2 millones de beneficiarios, y al menos sentar las bases para reducir el déficit a medio y largo plazo.

Obama se ha mostrado confiado en que aún sea posible "alcanzar un acuerdo que pueda superar las dos cámaras a tiempo", pese a que tras la reunión en la Casa Blanca no se han anunciado alternativas concretas que permitan el consenso. El presidente ha recordado que "nadie va a conseguir el cien por cien de lo que desea" y ha conminado a realizar concesiones para evitar una "herida autoinfligida para la economía" estadounidense.

Los demócratas proponen que se permita que caduquen las exenciones impositivas, vigentes desde el mandato de George W. Bush, a los ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales, y que este aumento de impuestos sobre las rentas altas se complemente con unos recortes "responsables" del gasto. Los republicanos, por su parte, se resisten a un aumento de los impuestos del tipo que sea e insisten en recortes del gasto público más drásticos de los que ha planteado hasta ahora la Casa Blanca.

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