Los ministros elegidos por Bachelet muestran su "plena confianza" en el programa

Los ministros designados por Michelle Bachelet expresaron su plena confianza en que cumplirán el ambicioso plan de la presidenta electa de Chile, un objetivo que a la derecha le parece muy difícil porque en marzo recogerán el testigo de un gobierno que les "ha dejado la vara muy alta". "Hay que trabajar desde el primer día, todos los ministros son de confianza de la presidenta y somos un equipo, a mí me toca conducir el equipo como jefe de gabinete", declaró Rodrigo Peñailillo, designado ministro del Interior y uno de los hombres de mayor confianza de Bachelet.

"Las personas que me conocen saben que cuando ocupo un cargo, lo hago en plenitud; esto se trata de llevar adelante el programa de gobierno", enfatizó. Por su parte, el futuro ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, un experimentado diplomático que ha ocupado diversos cargos en Chile y en el exterior, se refirió brevemente al fallo que la Corte Internacional de Justicia emitirá el lunes por la demanda limítrofe marítima presentada por Perú.

"No estoy confiado ni desconfiado, hay que esperar el fallo con tranquilidad y la implementación dependerá de su naturaleza", puntualizó. La tarea de Muñoz en esta materia no será menor, ya que como responsable de la diplomacia chilena será el encargado de implementar la sentencia del máximo tribunal de Naciones Unidas, ya sea favorable o contraria a la postura chilena, que defiende el límite marítimo vigente.

Otro de los ministros claves designados por Bachelet es el titular de Educación, Nicolás Eyzaguirre. El economista, que fue el jefe de las finanzas públicas durante el gobierno de Ricardo Lagos y alto funcionario del FMI, será el encargado de materializar una de las principales promesas de Bachelet: educación universal y gratuita. "Voy a trabajar por terminar con el lucro gradualmente, como lo dice el programa de Bachelet", señaló Eyzaguirre.

La tarea del futuro ministro no sólo será reformar la educación chilena, sino también diseñar la estructura que permita financiarla. Por su parte, Alberto Arenas, quien se hará cargo de la cartera de Hacienda, señaló que, tal como había anunciado Bachelet, su tarea prioritaria en los primeros cien días de gobierno será elaborar el proyecto de ley que se enviará al Congreso para elevar los impuestos a las empresas de un 20 a un 25 por ciento.

"En ese plazo vamos a trabajar para tener los proyectos de ley a tiempo para llevarlos al Congreso nacional cuando la mandataria lo disponga", indicó. Asimismo, agregó que dentro de las materias a trabajar están las agendas de productividad, innovación y crecimiento. Desde la vereda de enfrente, la derecha, que dejará el gobierno en pocas semanas, expresó su deseo de que a la presidenta y su gabinete le vayan bien. Pero advirtió de que recibirán un país con "la vara muy alta" "Chile merece un gobierno que administre muy bien las expectativas que se han generado y la vara muy alta con la que están recibiendo el país, eso será un factor de evaluación permanente de la ciudadanía", anticipó el líder de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Patricio Melero.

También consideró "legítima y coherente" la incorporación del Partido Comunista al gabinete. "Lo sorprendente habría sido que no hubiese estado en el gabinete, cuando están representadas todas las fuerzas políticas", apuntó.

El vicepresidente de la también derechista Renovación Nacional (RN), el senador Francisco Chahuán, valoró la "mixtura entre experiencia y fuerza joven" del gabinete, pero advirtió de que su partido será el "eje de la oposición". "Vamos a ser leales y constructivos para ser alternativa en 2017. Vamos a instalar un gabinete de contrapunto, para proponer al país políticas públicas desde nuestras ideas, pero también fiscalizando las promesas electorales", anunció.