Al menos 42 personas han muerto y unas 107 más han resultado heridas en un atentado con bomba perpetrado en una zona comercial cercana a una comisaría en Pesháwar, en el noroeste de Pakistán, según han informado fuentes oficiales y de la Policía. Del total de heridos, 49 presentaban lesiones leves, por lo que ya han recibido el alta hospitalaria, mientras que 58 están graves, por lo que siguen en las instalaciones sanitarias.
Según las fuentes, citadas por medios locales, el atentado tuvo lugar en el área de Qissa Khwani en torno a las 11:00 hora local (06.00 GMT), y el artefacto explosivo fue colocado en el interior de un vehículo y activado por control remoto.
La unidad de artificieros desplegada en el lugar del siniestro añadió que en el atentado fueron empleados 200 kilogramos de explosivos, de acuerdo con el diario local "Dawn". Según la Policía, antes de la detonación de la bomba en el coche se produjo una pequeña explosión, "seguramente una granada".
El objetivo principal del atentado no está claro. Mientras el consejero regional de Información, Shaukat Yusufzai, aseguró a "Dawn" que el objetivo era la comisaría, el jefe de la unidad de artificieros, Shafqat Malik, señaló al canal "Geo" que el plan de los terroristas era atentar en el mercado. "La estación de Policía no parece que fuera el principal objetivo del ataque, pues no está muy cerca del lugar de la explosión", dijo Malik, que añadió que creía que la intención de los insurgentes era atentar contra los civiles que acudían al mercado.
Entre las víctimas del ataque se encuentran varias mujeres y niños, algunos de ellos con graves quemaduras, que habían acudido a la zona a hacer la compra. Ante la tardanza de los servicios de emergencia, los heridos fueron trasladados en vehículos particulares hasta el hospital más cercano, el Leady Reading. Las fuerzas de seguridad acordonaron la zona y, de acuerdo con el diario local "Express Tribune", la explosión destruyó numerosos vehículos y tiendas.
El Ejecutivo paquistaní y las autoridades locales condenaron el ataque y algunas de ellas amenazaron a los insurgentes con una respuesta drástica en respuesta a sus actividades violentas. "Hemos estado luchando contra los terroristas durante mucho tiempo y estamos preparados para ir a la guerra contra ellos", sentenció el jefe de la administración local de Pesháwar, Sahibzada Muhammad Anis, según recoge "Dawn".
Este es el tercer atentado de envergadura en Pesháwar en una semana, después de que el viernes 18 funcionarios del Gobierno murieran por una explosión en un autobús y el pasado domingo unas 80 personas perdieran la vida en un ataque suicida en una iglesia cristiana. Pesháwar es la capital de la violenta provincia de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán y refugio de células talibanes, grupos yihadistas y organizaciones mafiosas que operan a ambos lados de la línea divisoria con el país vecino. La ciudad es escenario de buena parte de los actos violentos que se registran en el país asiático y es considerada uno de los núcleos de la actividad armada en Pakistán.