El mar Mediterráneo registra una temperatura récord de casi 30 grados, su máximo histórico

Las temperaturas este verano están desbocándose en toda la Península Ibérica, con máximas de hasta 45 grados y mínimas de 20 grados en varias provincias españolas. Unas cifras que son realmente sorprendentes y que ya están afectando a las costas peninsulares, en las que los rayos solares inciden de forma letal sobre las aguas de los mares españoles y de las islas Canarias.

En la boya de Valencia, en el mar Mediterráneo, se ha alcanzado, a las 17.00 horas de este martes, los 29.72 grados, un máximo histórico, según informa la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet, a falta de la validación final de los datos por Puertos del Estado. Hasta este año el máximo era de 28.65 grados, temperatura que se registró el 7 de agosto de 2015, y se ha superado varias veces este mes los días 1, 2, 7, 8 y 9, precisa Aemet.

Nuevos récords de temperaturas

Asimismo, la agencia considera relevante el valor puntual de estos días, superando los 29ºC ayer y hoy, "pero aún es más significativo que esta anomalía con respecto a los valores normales se viene manteniendo de forma persistente desde hace meses en una amplia zona del Mediterráneo occidental".

Pero las zonas en las que se han batido, a su vez, nuevos récords han sido aquellas zonas cercanas a la isla de Mallorca, a las 16.00 horas de este martes, se alcanzaban registros con un pequeño porcentaje superior, incluso por encima de los 30 grados, como en el caso de Andratx.

¿Por qué se producen estos fenómenos?

Según los expertos, muchos aspectos de estos fenómenos se producen debido a la intervención directa o indirecta del ser humano sobre el medioambiente marino. Además, esto no solo trae consecuencias en el fondo del mar, también en la orilla. La aparición de numerosas algas o medusas en la arena es cada vez más frecuente. Para frenar esta situación, los expertos aconsejan aplicar medidas urgentes y así poder conservar nuestro mar Mediterráneo tal y como lo hemos disfrutado siempre.

El Mediterráneo fue un desierto de rocas, arena y sal: ¿Hay señales de repetir la historia?