Manifestación vivienda

Decenas de miles de personas salen a las calles de Madrid por el derecho a la vivienda y contra la subida del alquiler

Los organizadores denuncian que el acceso a la vivienda se ha vuelto insostenible, con precios de alquiler que no dejan de subir, lo que está expulsando a muchos vecinos de muchas capitales.

Manifestación que bajo el lema 'Se acabó. Bajaremos los alquileres' tiene lugar este domingo en Madrid

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Miles de personas se han manifestado en las calles de Madrid para pedir la reducción de los precios del alquiler en la capital y en España. Según datos de la Delegación del Gobierno en Madrid han acudido unas 22.000 personas, mientras que de los convocantes 150.000. Cerca de 40 asociaciones, partidos políticos de izquierda y sociedad civil han participado en la movilización convocada baja el lema 'La vivienda es un derecho, no un negocio' y 'Se acabó. Bajemos los alquileres'.

Durante la marcha se han escuchado proclamas como 'La Ley de vivienda es una basura'; 'No toleramos ni un desahucio más' o 'abajo el rentista, arriba el inquilino'.

Qué se reclama en la manifestación

Entre las principales reclamaciones están la eliminación de los pisos turísticos, la intervención de las empresas de desocupación y la dimisión de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, a quien culpan del fracaso de la Ley de Vivienda. El Sindicato de Inquilinas señaló que la negativa del Congreso a tramitar la propuesta de regulación de los alquileres temporales fue "la gota que colmó el vaso". Valeria Racu, portavoz del sindicato, expresó la frustración de los inquilinos al afirmar: "Se nos va la vida en pagar una vivienda... porque seguimos sosteniendo a los que más tienen".

La manifestación también busca promover una huelga de alquileres, animando a los inquilinos a coordinarse para dejar de pagar rentas hasta que los precios bajen un 50 %. "Si una inquilina deja de pagar, el problema es suyo. Si 10.000 inquilinas nos organizamos, el problema lo tienen los caseros y los gobiernos que los sostienen", argumenta el sindicato.

La portavoz del Sindicato de Inquilinas, Valeria Rapu, ha declarado que a caseros, patronal y Gobierno se les ha acabado el tiempo, ya que "no hay policías, juzgados ni matones" suficientes para parar la protesta y desahuciarlos cuando dejen de pagar los alquileres.

La protesta cuenta con el respaldo de grupos políticos como Sumar y Podemos. Elizabeth Duval, secretaria de Comunicación de Sumar, pidió al PSOE que "escuche el clamor" de la ciudadanía. Desde la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm), su presidente destacó que la vivienda "es hoy el principal problema de política del país", y pidió una mayor intervención municipal para controlar las viviendas turísticas.

Además de las fuerzas políticas, la manifestación cuenta con el respaldo de organizaciones como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Ecologistas en Acción, Amnistía Internacional, y sindicatos como CCOO.

Este último ha aprovechado para exigir a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que no empeore la ley de vivienda estatal y regule los pisos turísticos. "Le exigimos que uno deje de mostrarse insumisa con la ley de vivienda del Estado", ha destacado.

La convocatoria del Sindicato de Inquilinas también exige la expropiación de viviendas en manos de "fondos buitre" para devolverlas a la gestión pública, con el objetivo de mejorar el acceso a la vivienda para las familias más afectadas. A medida que los alquileres continúan subiendo –un 9,3 % interanual en agosto–, los manifestantes piden que se tomen medidas urgentes para frenar la crisis que afecta a miles de inquilinos en la capital.

Manifestaciones fuera de Madrid

La convocatoria del Sindicato de Inquilinas no se limita a la capital española. En Barcelona, el Sindicat de Llogateres ha convocado una manifestación paralela en la Plaça de Correus, en un esfuerzo coordinado para visibilizar la crisis de vivienda que afecta a otras grandes ciudades del país.

Los manifestantes de ambas ciudades exigen una reforma radical en las políticas de vivienda que garantice el derecho a un hogar digno y asequible, y prometen continuar con las movilizaciones hasta lograr sus objetivos.

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