Emociones y reencuentros, protagonistas de la publicidad

Corrían los años 70 y con los anuncios arrancaba oficialmente la Navidad. Así ha funcionado durante décadas, la misma música, la misma letra y el mismo mensaje: el reencuentro. Desde finales de noviembre hasta después de Reyes, los anunciantes intentan acercar el espiritu navideño. Marcas de cava anunciaban a bombo y platillo el estreno de su spot. El primero de todos lo protagonizó la oscarizada Liza Minell y, a partir de ahí, el elenco ha sido de altura. Por su escenario pasaron personajes del cine, teatro, cultura, incluso, de la competición.

Detrás de estas obras de arte en forma de anuncio, superproducciones. Todos nos preguntamos cómo se hizo y para eso también hay respuestas. Hicieron falta miles de horas de trabajo, de esfuerzo y de dinero para fabricar estampas navideñas antes de tiempo y el resultado final muestra imágenes como la del mítico poder de el "Calvo de la Lotería", ha estado ocho años colándose en nuestros hogares vendiendo ilusiones.

En 1999, Edu se hizo famoso, él y su pegadiza coletilla. Resultó ser una buena frase, un buen eslógan, pero sobre todo, una melodía pegadiza. Ese fue el secreto del spot. Se estrenó en verano de 1971. El impacto fue extraordinario, tanto, que la marca lo lanzó de nuevo en Navidad. Pero, sin duda, una de las mejores melodías, aquí en nuestro país para vender muñecas fue la que aparecio hace ya 41 años, y aún recordamos la letra.