Reto extremo

El momento en el que Beatriz Flamini abandona la cueva en la que ha permanecido aislada 500 días

La deportista y aventurera extrema ha salido de Motril (Granada) en la que entró el pasado 20 de noviembre de 2021. Después de 500 días de aislamiento, así ha sido la salida de Beatriz Flamini al exterior y sus primeras declaraciones.

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¡Simplemente impresionante! Beatriz Flamini ha permanecido durante 500 días aislada y sin contacto con el mundo en el interior de una cueva de Motril, Granada, a 70 metros de profundidad. La atleta y aventurera extrema ha establecido un nuevo récord convirtiéndose en la persona que más tiempo ha estado aislada. Un reto extremo que servirá para analizar cómo el cuerpo y la mente humana reaccionan a un aislamiento tan brutal.

Ante una expectación máxima, Beatriz Flamini ha salido de la cueva. En el exterior de le esperaban, amigos, curiosos, periodistas y encargados del proyecto. Sus primeras palabras han sido: "Estáis muy guapos". Ahora, la deportista extrema se someterá a un examen médico para comprobar su estado de salud.

"Estar un año y medio ahí, ya os contaré. Me gustaría ser amable, pero hay concertada una rueda de prensa. Me gustaría darme una ducha y luego en un ratito os atiendo. Una experiencia insuperable, pero no solo depende de mí, sino de todo esta 'gentaza', de estos profesionales", ha indicado Beatriz Flamini ante los medios a pie de cueva.

Con la ayuda de miembros del Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril, la localidad costera de Granada donde se ubica la cavidad, Beatriz Flamini ha salido pasadas las 9:00 horas en aparente buen estado de salud, con unas gafas de sol para proteger sus ojos de la luz solar y una amplia sonrisa.

Sobre las 08:10 de la mañana el grupo de espeleólogos bajó a la cueva, junto a una psicóloga, para dar cobertura a Beatriz Flamini en su salida al exterior, que se ha prolongado unos 40 minutos.

El reto extremo de Beatriz Flamini forma parte del proyecto 'Timecave', que se inició hace dos años, cuando esta apasionada de expediciones en solitario por las cimas más altas del mundo y experta en autosuficiencia contactó con la productora Dokumalia para plantearle el reto de permanecer sola y sin contacto exterior en una cueva durante 500 días.

La productora ha documentado su vida en el interior de la cueva, un día a día que han seguido con atención grupos de investigación de las universidades de Granada y Almería para estudiar cómo afecta el aislamiento social y la desorientación temporal extrema a la percepción del tiempo, así como los cambios neuropsicológicos que ha conllevado este tremendo desafío ante la soledad, la ausencia de luz natural y el aislamiento cognitivo y social.

"Sigo anclada en el 21 de noviembre de 2021"

Beatriz confiesa a su salida de este aislamiento en una cueva de Motril que ella sigue "anclada en el 21 de noviembre de 2021, no se lo que ha pasado en el mundo, no tengo ni idea, para mi sigue siendo 21 de noviembre de 2021", explica. Hubo un momento en el que perdió la noción del tiempo: "hubo un momento en el que dejé de contar los días y perdí la percepción temporal".

No pensó nunca en pulsar el botón del pánico para abandonar el reto, ni tampoco se le pasó por la cabeza "abandonar", momento en el que los periodistas presentes en la rueda de prensa han dado un gran aplauso a la deportista.

Para Beatriz, se trata de un "reto que es un entrenamiento emocional y mental para un gran proyecto futuro" y eligió esta cueva porque de las cuatro que presentó a la federación, es la que cumplía todas las características que deseaba. Asegura, además, que tras los primeros chequeos médicos, no se ha encontrado ningún problema: "no me ha pasado nada de lo que hay escrito, excepto las alucinaciones auditivas".

Para ella, continúa siendo 21 de noviembre de 2021, "para mí hace un rato que entré", dice, a lo que añade que "volvería pero con otro proyecto, con otra historia que ya está proyectada", pero de la que no ha podido avanzar ningún detalle. Sí confirma que se trata de un reto deportivo.

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