El ciclista español Mikel Landa (Movistar) ha asegurado que su caída y la posterior pérdida de tiempo en la décima etapa del Tour de Francia ha sido "un shock". No hay que lamentar "consecuencias físicas", además el equipo Movistar pudo "salvar" el día. "Tan pronto estaba de pie como entre la gente y en el suelo", comenta el corredor vasco.
"Afortunadamente no tengo nada, es solo pérdida de tiempo, se escapa un poco el objetivo por el que vinimos", señaló Landa en declaraciones facilitadas por su equipo.
A falta de unos 15 kilómetros para meta, un 'afilador' entre Alaphilippe y Warren Barguil (Arkéa Samsic) hizo que este último diera un bandazo a su izquierda. La mala suerte se cebo con Landa que estaba allí y salió disparado sin poder evitar la caída. El incidente le hizo dejarse 2:09.
La décima etapa recorría la distancia de 217,5 kilómetros entre Saint-Flour y Albi con un perfil rocoso de muchas subidas y bajadas.