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Baloncesto

Yelena Levchenko, leyenda del baloncesto bielorruso, liberada tras enfrentarse a Alexandr Lukashenko: "Esto es un nido de bacterias. Han puesto en peligro mi salud"

La mejor pívot del Mundial 2010 y finalista de la WNBA en 2020, la jugadora bielorrusa Yelena Levchenko, ha denunciado las condiciones de su arresto por enfrentarse a Alexandr Lukashenko, presidente y dictador de Bielorrusia.

Criticar a Alexandr Lukashenko en Bielorrusia es equivalente a ser arrestado. El último dictador de Europa no tolera las críticas y un buen ejemplo es la jugadora y mito del baloncesto de aquel país, Yelena Levchenko, que ha pasado los últimos 15 días en arresto administrativo por enfrentarse a Lukashenko.

La que fuera mejor pívot del Mundial 2010 y finalista de la WNBA en 2020 ha denunciado las condiciones de su arresto.

"Han puesto en peligro mi salud. Me requisaron el colchón y las sábanas. No hay agua caliente. No me han permitido ducharme desde hace 13 días. Han bloqueado la cadena del váter. Esto es un nido de bacterias. Estuvieron cinco días sin sacarme a pasear. Tengo piojos. Todo esto daña mi salud", denunció Yelena Levchenko.

Levchenko, mito del baloncesto bielorruso y una de las deportista más crítica con el régimen bielorruso, realizó estas denuncias en el juicio celebrado en Minsk, en el que le impusieron una multa por participar en una segunda manifestación opositora.

"Se han equivocado de chivo expiatorio. Yelena ha vivido tanto, ha tenido que superar tantas cosas para ganar, que no será posible doblegarla. Ella es fiel a sus principios y, antes que nada, a sí misma", explicó Natalia Marchenko, otra conocida baloncestista.

Condenada por participar en dos manifestaciones y criticar la manipulación en las elecciones

Levchenko fue condenada el pasado 30 de septiembre a 15 días de arresto administrativo en el centro de reclusión de Okréstina, famoso por los abusos y torturas a manifestantes.

El delito de Levchenko, que fue detenida en el aeropuerto cuando se disponía a volar a París para su rehabilitación, fue participar en dos marchas pacíficas en Minsk, el 23 de agosto y el 27 de septiembre.

No obstante, su verdadero pecado fue criticar al régimen por manipular los resultados de las elecciones presidenciales del 9 de agosto y reprimir con violencia las manifestaciones multitudinarias de los últimos dos meses.

También se mostró muy crítica con el decreto emitido por el ministro de Deportes de Bielorrusia, Serguéi Kovalchuk, que obliga a los deportistas por contrato a aprenderse el himno nacional y no hacer declaraciones a la prensa sin autorización de sus clubes o federaciones.

Yelena Levchenko denunció la "presión psicológica" sobre los atletas y consideró que dicho decreto es una violación de los derechos humanos.

"Según el artículo 33 de la Constitución, cada persona tiene libertad de opinión, convicción y expresión. Nadie puede ser obligado a expresar sus opiniones o renunciar a ellas. Es decir, ocurre que se viola la Constitución. ¿Cómo es posible?", comentó.

"En el siglo XXI no es posible adoptar esos métodos en el centro de Europa"

Levchenko alertó de que su país se parece cada vez más a Corea del Norte.

"En el siglo XXI no es posible adoptar esos métodos en el centro de Europa", apuntó.

También fue uno de los 830 deportistas firmantes de la petición para poner fin a la violencia policial, castigar a los responsables de la represión, liberar a los detenidos y a los presos políticos, y convocar unos nuevos comicios presidenciales.

En las ya tradicionales marchas de los domingos los deportistas avanzan en sus propias columnas con el lema "Los deportistas con el pueblo".

Levchenko, de 37 años, ha recibido el respaldo de varios de sus colegas, aunque jugadores de baloncesto como Yegor Mescheriákov lamentan que en Bielorrusia muchos tengan miedo de expresar públicamente sus opiniones.

"A puerta cerrada nos apoya un 90 %, pero sólo unos pocos lo hacen públicamente", dijo.