Capítulo 64
Ferit lleva a Serter a un lugar apartado y lo enfrenta como nunca: “La hombría no se gana pegando”
Allí, lejos de todos, le deja claro que la violencia no lo convierte en un hombre.

Publicidad
La tensión ha llegado al límite. Tras días notando que alguien rondaba a la familia, Ferit ha descubierto en casa de Pelin que el responsable era Serter. Después de un duro enfrentamiento a mano armada, ha decidido llevárselo a un lugar aislado para dejar las cosas claras de una vez.
Serter, lleno de rabia, ha insistido en que Pelin seguía queriéndolo y que fue ella quien lo llamó porque estaba asustada. Ferit, lejos de alterarse, le ha intentado abrir los ojos a su mayor enemigo: “Pelin estaría contigo si quisiera. Lo viste con tus propios ojos”.
La tensión ha subido aún más cuando Serter, acorralado, casi lo ha retado a que le hiciera daño. Y ha sido ahí cuando Ferit le ha dado la verdadera lección. Le ha dejado claro que la hombría no se demuestra pegando, rompiendo ni intimidando a nadie. Que hacerle algo solo ensuciaría sus manos y su alma, y que ni él ni Pelin merecían algo así.
Sin tocarlo, ha dejado clara su superioridad. Lo ha mirado y le ha hecho una última advertencia: que siga su camino y que se mantenga lejos de la familia. Serter se ha quedado solo, sin un golpe, pero más derrotado que si lo hubiera recibido. ¿Habrá entendido la advertencia o volverá a cruzar la línea?
Publicidad










