Mejores momentos | Capítulo 27
Octavio calma de forma magistral las protestas de Oramas y deja como culpable a César
El empresario, tras el acoso a su familia y todas las pérdidas gananciales que ha tenido por culpa de las protestas del pueblo, ha decidido sacar la cara para solucionar el problema cuanto antes.

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El pueblo está cansado y no va a aceptar quedarse sin trabajo, y mucho menos por una compañía inglesa. Por ello, han tomado las calles, y parece que nadie puede detenerlos. Nadie, salvo una persona: Octavio Oramas.
El empresario ha dado la cara y se ha presentado en la manifestación, pidiendo paz y calma al pueblo: “La puerta de mi casa siempre ha estado abierta para vosotros, ¿y ahora me montáis este pitote?”, les ha reprochado mientras les recordaba todo lo que había hecho por ellos, a la vez que les aseguraba que nadie se quedaría sin trabajo.

César ha secundado lo que el empresario ha dicho, pero también pidiéndole al hombre que no los engañase- Octavio, al escucharlo, se ha llenado de ira y ha afirmado que lleva más de treinta años cuidando de los suyos y que seguirá haciéndolo, al margen de las decisiones que tomen personas ajenas a él.
De esta manera, Octavio ha matado dos pájaros de un tiro: ha rebajado las protestas y ha dejado a César como el culpable de está situación. ¿Cargará el pueblo contra él?
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