En el año 2009 Susi, una sevilana madre de tres niños, denuncia en Gran Bretaña a su marido por malos tratos hacía su hija. Pide el divorcio y obtiene la guarda y custodia de los mismos. Parecía que su pesadilla de varios años soportando los malos tratos de su exmarido llegaban a su fin. Pero lo que Susi no imaginaba es que lo peor estaba todavía por llegar.

En una de las visitas a la que el padre de los niños tenía derecho, este decidió secuestrarlos y llevárselos a Argelia de manera unilateral. Desde entonces Susi intenta recuperar la custodia de los niños que por ley le pertenecen, pero ni las autoridades españolas, ni las inglesas y mucho menos las argelinas, han movido un dedo para que se cumpla la ley. Mientras, sus hijos viven secuestrados en medio del desierto argelino rodeados de miseria y palizas.

Susi denuncia la absoluta falta de colaboración por parte de las autoridades españolas. "Solo les importa el dinero y yo no lo tengo, por eso no me hacen ni caso", denuncia en Espejo Público. "Que un argelino te humille no deja de ser algo normal, lo llevan en el ADN, pero no entiendo que te humille el estado español".

Esta madre coraje lleva gastados más de 35.000 euros en recuperar a sus hijos, pero sus esfuerzos chocan una y otra vez en algo que resulta difícil de entender, la desidia de las autoridades españolas. "Me siento maltratada por las autoridades españolas. Soy una ciudadana de segunda. Cada vez que hablo con el consulado español en Argel, les molesto. Están hartos de mí, pero yo estoy más harta de ellos", se sincera en Espejo Público.  Afirma que no va a dejar de ir a visitar a sus hijos a lo más profundo de Argelia aún a riesgo de su salud y su vida. "Voy a volver todas las veces que haga falta", dice.