Los 'cazacurros': Trabajar a cualquier precio

Decenas de inmigrantes están dispuestos a trabajar a cualquier precio. Todas las mañanas, casi de madrugada, decenas de personas se congregan en lugares estratégicos de las grandes ciudades esperando un trabajo fugaz.

De día o de noche. Cuando se necesita, cualquier momento es bueno para echarse a la calle en busca de trabajo. Estos trabajadores se sitúan en las entradas de los mercados y las grandes tiendas de construcción. Allí pasan su jornada laboral. Con o sin papeles, compiten por puestos fugaces como los de peón o cargadores de camiones. Los conductores que llevan a estas personas a su lugar de trabajo reconocen que "son ellos mismos los que acuden a nosotros". "Para la empresa está muy bien porque te ahorras una serie de gastos como la Seguridad Social y todo el tema", confiesa un conductor.

Estos trabajadores son conscientes de que están mal pagados, "la mayoría que te llevan de aquí, te explotan", afirman. Por si no tuvieran suficientes problemas, estas personas a veces se encuentran con la desagradable sorpresa de que no les paguen el trabajo que han realizado, "ahora tomamos algunas precauciones, pero a veces hemos trabajado sin que nos paguen", dice uno de estos trabajadores.

También se encuentran indefensos ante cualquier accidente laboral, "el miedo se pierde cuando uno necesita comer". La Policía hace la vista gorda, "cuando pasan por aquí siguen su camino, solo se ocupan de la inmigración". La mayoría de estos trabajadores son inmigrantes de Boliva, Ecuador, Chile o Argentina, "los españoles aquí no vienen, dice uno de estos trabajadores", sin embargo, otros afirman que cada vez son más los españoles que buscan trabajo de esta manera.