Peste porcina africana
El virus de la peste porcina pudo haber burlado un laboratorio de máxima seguridad: "El riesgo 0 no existiría"
¿Pudo la peste porcina africana burlar las estrictas medidas de seguridad de un centro de nivel 3? Lo analizamos con los expertos.

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Un virus letal anda suelto. La peste porcina africana tiene capacidad para sacudir a un país. Cierto es que, al tratarse de una enfermedad no zoonósica, no se transmite ni afecta a las personas, pero igual de cierto es que las secuelas económicas que produce son profundas y notables, y ahí la bioseguridad se convierte en el único salvavidas que puede lograr lastimar menos al sector.
Para entender qué pudo haber ocurrido, desde la Newsletter de Antena 3 hablamos con José Antonio López Guerrero, catedrático de microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid, académico de la Real Academia Europea de Doctores y autor de 'Los buenos virus'. También consultamos con Alfredo Corell, Catedrático de Inmunología y divulgador científico.
Esta enfermedad se había dado por erradicada en nuestro país en 1994; ahora, 31 años después, vuelve a acechar después de la confirmación de varios jabalíes silvestres encontrados muertos en Bellaterra (Barcelona).
El origen del brote: del bocata, a la fuga
El origen de este brote todavía es la gran incógnita que queda por resolver. La primera hipótesis que cogió fuerza fue la del 'bocata contaminado'. "La probabilidad de que el origen sea de un embutido, un bocadillo o un producto contaminado que haya llegado por carretera es alta. No está confirmado, pero es una hipótesis", expuso en rueda de prensa el conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig. ¿Un bocadillo? ¿Es posible desatar un brote de esta forma? La respuesta de López Guerrero es clara: "Sí, con el virus de la peste porcina africana sí es plausible".
Sin embargo, el viernes hubo un giro de guion en la crisis de la peste porcina y los focos comenzaron a iluminar el Centro de Investigación en Sanidad Animal de Cataluña (IRTA-CReSA), uno de los dos laboratorios de bioseguridad con nivel 3 de nuestro país. Entrar en uno de estos edificios no es fácil, pero lo realmente complicado es salir porque nada de lo que hay dentro debe escapar. ¿Puede entonces un virus burlar las medidas tan estrictas que se presuponen en un centro de estas características? "Pues muy difícilmente", contesta José Antonio López. "La verdad es que las medidas de seguridad de los laboratorios de nivel 3, que es prácticamente la máxima que tenemos en España, son muy seguras".
"Obviamente, alguien sí se podría llevar un virus de forma intencionada, pero aparte de ver la hipótesis muy poco probable, la veo muy peliculera"
Corell amplía esta información. "Las autoridades investigan si el brote detectado en los jabalíes del entorno proviene, o no, de una fuga de laboratorio. El virus que se ha detectado corresponde genéticamente denominado Georgia 2007 que se ha utilizado históricamente en laboratorios, y que, además, no coincide con las variantes que hoy circulan en la fauna salvaje y en jabalíes europeos. Se ha formado un comité científico auditor que revisará los laboratorios que trabajan con el virus de la peste porcina en esta zona para verificar los protocolos, obras recientes que hay en el centro de investigación y si realmente, pudo o no, haber un escape. La gran noticia es que el brote sigue contenido y las autoridades mantienen unas importantes medidas de contención. Este virus es extremadamente resistente puede mantenerse durante semanas o incluso meses en tejidos, en sangre o restos de animales, especialmente, si se mantienen a bajas temperaturas".
Medidas de seguridad
Precisamente sobre esa estricta seguridad hablamos ahora. "Los laboratorios que trabajan con virus tienen hasta 4 niveles de seguridad. Para trabajar con el virus de la peste porcina africana es necesario un nivel 3. Pero claro, cuando hay obras, como es la situación de este centro, movimientos de personal, movimientos de residuos o incluso fallos humanos o técnicos en cualquier utensilio, cualquier debilidad puede ser decisiva Por ello, han decidido auditar estos protocolos", indica Alfredo Corell.
Nuestra ropa de calle no pasa el 'dress code' de los centros de nivel 3 de seguridad. Al entrar es obligatorio el cambio de ropa. Tampoco los zapatos; las calzas son de uso obligado. Para pasar a la zona de animales hay que ducharse al entrar y al salir. Todo el material tiene que estar confinado dentro. Hay zonas de presión negativa para que no entre el aire ni salga el externo. "Las medidas de seguridad son muy estrictas", insiste López Guerrero para después añadir: "El riesgo 0, si se confirma esto, al parecer no existiría riesgo 0 y a partir de ahí habría que indagar dónde sale el problema".
La huella genética del virus, clave para saber el origen
¿Y es realmente tan complicado establecer de dónde surge el brote? A priori no lo parece. "Todos los virus de la peste porcina africana surgen en África. Este linaje, esta variante o esta cepa habría llegado a Rusia, a Georgia, a Armenia. De ahí, al este de Europa y de ahí a centro Europa; de hecho, llegó a Bélgica, pero se negativizó otra vez con las medidas estrictas de control. La variante sigue circulando en casos de la fauna silvestre, en jabalíes en Alemania, en Italia y, al parecer, esa es la que está circulando ahora. Lo que pasa es que cada variante tiene su huella genética. El virus, aunque es muy estable, muta y deja esa impronta y se podría detectar por secuencia genética si realmente es el virus que está circulando por Europa o si se confirma que coincide exactamente con las variantes que tienen en el Instituto de Sanidad Animal cercano a la zona confinada. Entonces, habrá que tomar esa teoría (la de la fuga del laboratorio) como la más plausible", apostilla el virólogo.
"En la huella genética de los virus de laboratorio hay varios que están cerca de la zona de exclusión; es algo muy específico. Si por PCR el análisis genético determina que efectivamente coincide con la variante específica de virus de Armenia o Georgia, 07 sería la opción más probable".
Como esto de las conjeturas no tiene fin, planteamos otra posibilidad a los expertos. ¿Podría ser esa fuga intencionada? A lo que José Antonio López nos contesta: "La teoría de la conspiración. Vamos a ver, ¿podría? En una película, sí. Obviamente, alguien sí se podría llevar un virus de forma intencionada si quisiera. No creo que haya registros hasta ese nivel en los laboratorios, pero aparte de verla muy poco probable, la veo muy peliculera". En la misma línea, Corell se muestra convencido: "Hasta el momento no hay ninguna prueba de intencionalidad. Solo hay una investigación técnica científica y administrativa. La hipótesis que se explora es un accidente o fallo en la bioseguridad. Yo creo que afirmar intencionalidad sería especular sin ninguna base y podría alimentar teorías conspirativas que de momento no tienen ningún fundamento".
El brote de Portugal
Portugal todavía recuerda el brote de 1957. Los restos del cáterin de un vuelo de Angola acabaron en una granja y los cerdos se contaminaron. El virus tardó 3 años en cruzar a nuestro país por los encinares de Badajoz, desde donde pasó a Madrid y de ahí al resto del territorio. En esa España, sumida en la dictadura franquista, no había elaborados protocolos de seguridad, pero hoy sí los hay. También hoy se ve más próxima una vacuna frente al virus.
José Antonio López Guerrero nos confirma que las noticias que a él le llegan sobre la vacuna son optimistas. "Sí hay varios laboratorios con colaboración de empresa privada. El grupo de Yolanda Revilla, en colaboración con Corea y China, y según ella me contó estos días, está bastante avanzado; están probándolo en cerdos en colaboración con varios países. Van a sacar los resultados en breve. Por lo que ella me cuenta, hay motivos para la esperanza próxima".
El virus de la peste porcina africana se contagia en animales silvestres y domésticos, afecta a cerdos y a jabalíes. Otra forma de contagio es a través de una garrapata, un tipo de garrapata blanda, especial, que actúa como reservorio, pero "en principio, eso se eliminó de España en los años 90. Una vez que el animal se ha infectado, puede transmitírselo a otros" ya que los animales se contagian por contacto directo, a través de la saliva, si se muerden, de las heces o si hay carroñeros entre ellos.
Estamos hablando de un virus que es "bastante estable y es muy complejo, es un virus que replica en el citoplasma de la célula infectada" y que no hay que olvidar que tiene una letalidad altísima. "En cuanto a su letalidad, quizás lo podríamos comparar con el ébola. No tiene nada que ver, ni en cuanto a estructura, ni en cuanto a forma de transmisión, pero en cuanto a letalidad de personas infectadas podría compararse con el ébola o incluso ser peor. El ébola en África, en país con baja sanidad, podría llegar al 80%-90% de letalidad; el virus de la peste porcina africana podría llegar al 100%", explica López Guerrero. Además, es resistente durante períodos relativamente largos. "Este virus tiene una alta supervivencia en condiciones de mucho frío, a 20 grados bajo cero o incluso a 4 grados de temperatura podría ser infectivo durante años, En suelos, en cadáveres en restos de animales enterrados o en ambiente s fríos puede mantenerse activos durante varios meses porque convierte a los cuerpos en reservorios en cambio en ambientes mças calidos o donde hay exposición al sol la supervivencia se reduce drásticamente y fuera de los cuerpos infectados la presencia del virus es corta pero va a depender sobre todo de la temperatura humedad y el tipo de superficie. No se puede descartar que en condiciones favorables permanezca mucho tiempo por eso es imprescindible cumplir los protocolos no solo para aislar los animales infectados sino también para prevenir", explica Alfredo Corell.
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