Carnet de conducir
Preparados para conducir, no solo para aprobar: la DGT cambia el examen
A partir de 2026, el examen teórico de conducir dejará de centrarse en la memorización de test para evaluar la comprensión. La DGT incorporará vídeos con escenas reales, exigiendo mayor capacidad de análisis.

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Cristina Sinde lleva años enseñando a futuros conductores cómo enfrentarse a los exámenes de tráfico. Desde su aula en la autoescuela SC20, en Santiago de Compostela, ha visto pasar generaciones de alumnos que, con más o menos miedo, llegaban a clase sabiendo que, si memorizaban bien los test, tenían medio aprobado asegurado.
Pero eso está a punto de cambiar. A partir del primer semestre de 2026, el examen teórico del carnet de conducir dejará de ser esa prueba predecible que tantos superaban tras repetir los mismos tests. La Dirección General de Tráfico (DGT) da un giro a su metodología. Y Cristina, como muchas otras profesoras, ya se está preparando.
“Es una buena idea”, comenta, con naturalidad. “Es importante que la gente se adapte a la situación que se va a encontrar en la carretera. Hasta ahora muchos llegaban sin saber cómo reaccionar ante nada que se saliera del libro”.
La reforma se implantará de forma progresiva. La primera etapa comenzará este 1 de octubre, con la incorporación de las nuevas señales de tráfico que la DGT aprobó este verano. Cambios que, aunque técnicos, reflejan un país que se mueve distinto: más bicicletas, más patinetes, más coches eléctricos y más atención a las personas con movilidad reducida.
"Formar conductores que razonen"
Pero el gran cambio llegará en 2026. A partir de entonces, la teoría dejará de ser solo una cuestión de responder preguntas de opción múltiple. Los aspirantes verán vídeos con escenas reales: situaciones que podrían encontrarse mañana, sin previo aviso, cuando salgan a conducir por primera vez.
“Estos vídeos les van a permitir ponerse en situación, visualizar conflictos, infracciones, movimientos reales… Pueden verlo y aprenderlo mentalmente. Lo viven”, explica Cristina. Esa es, precisamente, la intención de la DGT: formar conductores que razonen, no que repitan.
España sigue así los pasos de países como Francia, Alemania o Reino Unido, donde hace años que los exámenes incorporan situaciones dinámicas y análisis visual.
En autoescuelas como la de Cristina, el cambio ya se está sintiendo. “Usamos la pizarra, sí, pero mucho menos. Ahora los alumnos trabajan desde una plataforma que se actualiza con las nuevas normas, con las nuevas señales, y en 2026 incluirá también los vídeos. Es la evolución natural. Como va la vida, va el aprendizaje”.
La tecnología no solo ha cambiado los métodos, también ha modificado la relación de los jóvenes con el carnet de conducir. “Antes, con 18 años, todo el mundo quería sacárselo cuanto antes. Hoy muchos se matriculan, pero lo dejan aparcado hasta terminar la carrera o encontrar trabajo”, señala.
"La plataforma marca tu nivel"
Este año, sí, hubo un pequeño repunte: chicos de 17 que ya están pidiendo cita para empezar. Pero no es lo habitual. La motivación ha cambiado. También lo ha hecho la forma de estudiar. “Si te preparas bien, lo sacas. La plataforma marca tu nivel. Cuando llegas al 95 % de dominio del temario, estás listo para examinarte”.
La idea es clara: tomar decisiones con criterio. No solo se trata de saberse de memoria el manual, sino de entender lo que pasa en la carretera, prever riesgos y actuar con seguridad. El carnet del futuro se conseguirá entrenando la cabeza para pensar como un conductor desde el primer día. Y ese futuro, según Cristina, “es lógico; más trabajo para todos, sí, pero también una mejora para todos.
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