Las gamberradas no dan tregua en verano. Esta madrugada se ha producido un acto vandálico en Algete (Madrid). Unos jóvenes han vertido un bidón de gasóleo en la única piscina pública que hay en la localidad.
Los vándalos entraron al recinto saltando las verjas. Posteriormente rompieron todos los bancos y las sombrillas con las que se toparon por el camino y las tiraron a la piscina.
Rápidamente han comenzado las labores de desinfección y se ha llevado a cabo el cierre de la piscina debido al material altamente tóxico del gasóleo. Los jóvenes vertieron veinticinco litros de este combustible.
Todos los vecinos de Algete están indignados. Como consecuencia de su ‘broma de mal gusto’, los 450 niños que participan en los campamentos de verano no han podido bañarse.
No hay datos de quiénes han podido ser los culpables. No ayuda el hecho de que la zona del acto vandálico sea muy concurrida por las noches.
Las autoridades esperan que mañana o pasado puedan ya abrirse la piscina sin riesgo de intoxicación.