El confinamiento de Lleida y siete municipios del Segrià comenzará este miércoles y durará al menos 15 días debido a los rebrotes de coronavirus.
La resolución tendría que avalarse esta misma tarde en el juzgado y pondría fin a quejas de los ciudadanos
y también de los alcaldes.
Se restringe la movilidad, y la salida del domicilio salvo para trabajar, ir al médico y otros servicios esenciales. Bares y restaurantes cerrarán o servirán solo con cita previa y para llevar al domicilio, y los encuentros, tanto públicos como privados serán de un máximo de 10 personas, incluidas las bodas, servicios religiosos o funerales.
Todas las actividades de ocio nocturno quedan suspendidas y las piscinas, parques y gimnasios permanecerán cerrados.
Tras 151 nuevos positivos en las ultimas 24 horas, 35 más que ayer obligaban a actuar de manera rápida.
Los Mossos y Guardia Urbana que, de momento, solo vigilan que se cumpla el uso de la mascarilla obligatoria y el distanciamiento social, a partir de mañana deberán velar por qué se cumplan el resto de medidas. En total, la demarcación acumula 5.609 casos de Covid-19 confirmados con test, según los datos del departamento, mientras el Segrià acumula 3.447 casos de coronavirus.
El virus sigue en las calles de la provincia de Lleida, pero también
la batalla burocrática entre Govern y la justicia,
y el desconcierto de los ciudadanos.
Los alcaldes piden concreción a las autoridades para aclarar la situación. Información mucho más detallada para actuar desde los consistorios y las autoridades sanitarias.
Mientras, los Mossos y Guardia Urbana intentan que se cumpla el uso de la mascarilla obligatoria y el distanciamiento social para parar las cadenas de transmisión.
La consejera de Salud catalana, Alba Vergés, ha indicado que destinarán seis millones y medio de euros para un plan para crear un comité de expertos para reformar el sistema sanitario en Cataluña debido al coronavirus.
