Miquel Fernández es el primer español en probar la vacuna de la farmacéutica estadounidense Pfizer y la compañía alemana BioNTech. Así ha contado su experiencia tras el experimento.
El voluntario español ha considerado como "una experiencia muy positiva" su participación en la búsqueda del antídoto para la pandemia del coronavirus.
Fernández padeció un "malestar temporal" muy breve después de la inyección además de diversas dolencias leves. "Al cabo de unas horas sí noté un poco de molestia pero nada más, y al día siguiente por la tarde empecé a tener síntomas gripales", ha contado el voluntario.
El deseo de contribuir en la búsqueda de una vacuna para el virus de la covid-19 lo animó a participar en los ensayos y desea "haber colaborado a terminar con esta crisis global".
La vacuna de Pfizer y BioNTech
En la carrera por encontrar una cura para el virus del SARS-CoV-2, muchos laboratorios han comenzado los experimentos. Uno de ellos es el llevado a cabo por la compañía alemana BioNTech y Pfizer, cuyo antídoto afirma tener un 90% de efectividad. La vacuna está aún en la tercera fase de prueba y espera poder producir hasta 1.300 millones de dosis para el año 2021.
Uno de los inconvenientes del proceso de suministro de la cura de Pzifer es la condición de almacenamiento del medicamento pues la vacuna ha de ser conversada a menos de 60 grados de temperatura.
En la búsqueda de soluciones ante esta problemática, el sindicato SOMA-FITAG-UGT de Asturias ha propuesto esta semana utilizar los pozos mineros de la hullera pública de Hunosa como lugar de almacenamiento. Este espacio permite alcanzar temperaturas de hasta 70 grados bajo cero a través del uso de nitrógeno.
