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NUEVA SESIÓN DEL JUICIO DEL 'CASO KÁRATE'

El hijo de Torres Baena declara que nunca vio a su padre mantener relaciones sexuales con menores

Nueva sesión del juicio del 'Caso Karate'. Esta mañana declaraba Fernando Torres Volo, uno de los tres hijos del principal imputado del caso. El joven dijo que jamás vio a su padre mantener relaciones sexuales con menores ni que tampoco nadie le contó que éstas se producían, ni en el gimnasio ni en Vargas.

Fernando Torres Volo, hijo de Fernando Torres Baena, principal acusado del 'Caso Karate', llegaba esta mañana a la Audiencia Provincial de Las Palmas acompañado de su madre para declarar a favor de su padre.

Torres Volo ha dicho que nunca vio a su padre y a los otros tres procesados mantener relaciones sexuales con menores, aunque ha admitido que sí hubo sexo entre alumnos y monitores. El hijo, identificado como el testigo número 141 y que fue profesor de danza en el gimnasio de su padre, ha señalado que no le consta que esas relaciones fueran obligadas o que las parejas las distribuyeran los acusados.

El testigo ha indicado que iba con mucha frecuencia al chalé familiar de Vargas, donde los denunciantes aseguran que se producían abusos sexuales, y que incluso llegó a vivir allí entre los años 2002 y 2005. El hijo de Torres Baena ha explicado que mantuvo una relación muy estrecha con varios testigos que han denunciado ser víctimas de abusos sexuales y que, en su opinión, "mienten porque sienten vergüenza" de admitir las relaciones que mantuvieron con personas de su mismo sexo.

Según Torres Volo, testigo número 141, con algunos de esos testigos tuvo "vínculos fuertes" y nunca le contaron nada, ni antes ni después de la detención de su padre, por lo que ha insistido en que si no "han dado la cara ante él es porque mienten". El hijo de Torres Baena ha admitido que mantuvo relaciones sexuales con varios testigos, pero ha subrayado que "nadie jamás" le dijo que fueran "forzadas". Asimismo, ha manifestado que el ambiente del gimnasio no era "peculiar", pues era similar al de la universidad o al de la escuela de danza en la que él se formó desde los 6 a los 16 años. En estos lugares se crean "vínculos muy fuertes" por el contacto constante y por el hecho de compartir una misma actividad, según ha explicado el hijo de Torres Baena, quien además ha precisado que en el gimnasio "no vio nada que sobrepasara esa línea".

Ha dicho también que su progenitor "jamás" impidió que sus alumnos se relacionaran con personas ajenas al gimnasio ni les amenazó con expulsarles si no mantenían sexo con su padre, quien le inculcó una libertad sexual "selectiva y sana" y carente de "represión".

En la sesión de hoy también han declarado dos hermanos vecinos de Vargas que han indicado que conocieron a los hijos de Torres Baena y a alumnos del gimnasio, pero que nunca vieron conductas sexuales extrañas, si bien han señalado que no pernoctaron en el chalé del acusado.

También un competidor destacado del gimnasio de Torres Baena, el testigo número 138, ha declarado que sus dos hijos menores aprendieron kárate en la academia del acusado y que nunca vio conductas extrañas en los acusados. Según el número 138, los testigos denunciantes "mienten" porque se avergüenzan de haber mantenido relaciones sexuales o  se sienten "presionados" por sus padres.

Además ha declarado una alumna que estuvo en el gimnasio de Torres Baena desde los 10 a los 17 años, que ha dicho al tribunal que tampoco advirtió nada "raro", aunque sí veía que algunos alumnos se saludaban con un "pico" en la boca. Esta testigo, identificada con el número 140, ha señalado que solo en una ocasión Torres Baena la invitó a ir a Vargas, pero no fue porque "gracias a Dios tenía unos padres restrictivos". El juicio continuará mañana con la declaración de los últimos testigos de la defensa

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