Cullera cierra playas
Cullera cierra las playas por la noche para evitar botellones y frenar al coronavirus
La población valenciana cerrará a partir de la noche de este lunes las playas del municipio entre las 00:30 y las 8 de la mañana para evitar los botellones y aglomeraciones y
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Parece que el turismo joven llena las playas de la Comunidad Valenciana, muchas de las localidades de la costa se han visto obligadas a cerrar por la noche sus playas para evitar los botellones y de esta forma lograr que el coronavirus no se propague.
Cullera, cerrará a partir de la noche de este lunes las playas del municipio entre las 00:30 y las 8 de la mañana, según ha anunciado el alcalde de esta localidad valenciana, Jordi Mayor.
"Nos vemos obligados a proceder desde hoy, 9 de agosto, al cierre de todas las playas desde las 00:30 horas hasta las 08:00, además de reforzar los controles policiales para evitar aglomeraciones incontroladas", según afirma en su cuenta en redes sociales el propio alcalde.
Las restricciones autonómicas en la comunidad hace que los negocios de ocio y hostelería tengan que cerrar a las 00:30 de la noche sus puertas, de esta forma los jóvenes de este municipio toman la arena de Cullera para organizar botellones y quedarse hasta altas horas de la madrugada, Mayor considera "intolerables" las imágenes de aglomeraciones en las playas que todas las noches se observan en esta localidad.
Otras poblaciones
El Campello, en Alicante, también decidió adoptar esta medida después de que sus playas se convirtieran en ríos llenos de gente por la noche, así el Consistorio decidió el cerrar al público las playas y calas del municipio de 1 a 6 de la madrugada, desde el 6 al 16 de agosto, para frenar botellones y fiestas sobre la arena.
El Ayuntamiento tomó esa medida "ante la constatación de que en las últimas fechas, a diario y con mayor incidencia durante los fines de semana, han proliferado los botellones y fiestas juveniles en las playas y calas de El Campello", según un comunicado de la institución.
En Galicia, desde el 7 de julio, la Xunta decidió cerrar en Galicia los espacios en los que se celebraban botellones, como playas, parques y plazas, con el fin de evitar contagios de covid-19 entre la población joven y frenar la transmisión del virus.
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