Barcelona
Unas 50 personas pasarán la Nochevieja acampadas bajo el puente de la C-31 en Badalona
Las entidades sociales que procuran alimentos y asistencia a los afectados piden más por parte de las administraciones para realojar a los que faltan.

Publicidad
Han pasado dos semanas desde el desalojo de más de 300 personas del instituto B9 en Badalona, y aunque la mayor parte de ellos han sido realojados, una cincuentena de los migrantes continúa viviendo en la calle, acampados debajo del puente de la C-31. Quienes pasean por allí pueden ver las tiendas al raso de la acera, las mantas y los puestos improvisados de comida con los que sobreviven desde hace diez días bajo ese puente, y que les servirá de cobijo esta última noche del año -cuando está previsto que las temperaturas bajen hasta los 4 grados-.
Las entidades sociales -como Cáritas y Cruz Roja- llevan desde el primer día procurando alimento y otras necesidades básicas a los inmigrantes, incluso opción de como habitaciones, hoteles, pensiones, pero quienes quedan allí las han rechazado por varios motivos. Algunos vecinos que han tratado con ellos explican que muchos no quieren irse de Badalona y las opciones que les ofrece están fuera de la ciudad.
Las alternativas de realojo no convencen a los migrantes
Un primer grupo serían personas que tienen algún trabajo temporal o informal y que disponen de una red de contactos, en Badalona o en sus cercanías, que les pueden seguir ofreciendo esa forma de ganarse la vida. Para ellos, la posibilidad de marcharse lejos de la ciudad no es una opción, porque perderían la poca capacidad que tienen de conseguir ingresos.
Por otro lado habría otro grupo de personas con un perfil de más “desarraigo” y acostumbradas a un tipo de vida en que no disponen de perspectivas de mejora, y se basan en la mera supervivencia, por lo que prefieren no acceder a alojamientos como albergues, con horarios y normas.
Desde el departamento de Servicios Sociales de la Generalitat, aseguran que se les ha ofrecido alternativas y lugares provisional para alojarse. Desde septiembre se hicieron cribados en el Instituto B9 junto al departamento de servicios sociales y el Ayuntamiento de Badalona -y también entidades sociales- para identificar a las personas más vulnerables. A este grupo se les abrió un expediente para identificarles y poder ofrecerles alternativa. Aún así, el gobierno de Cataluña reconoce que no puede dar cobertura a todos los que están sin hogar: así que primero van los que ya estaban identificados.
Persisten los conflictos en el asentamiento
Los vecinos de Badalona han vivido la situación con cierta división durante estas dos últimas semanas. Algunos de ellos se prestan a repartir alimentos, ayuda y cobijo; otros en cambio no ven con buenos ojos que los migrantes continúen en la calle, porque en el grupo está habiendo algunos conflictos entre ellos y se genera un “efecto llamada”.
“Están viniendo más de otros sitios a acampar aquí”, cuenta una vecina. Explica que ella ha visto cómo se peleaban entre ellos y que intenta no pasar cerca porque siente mucha inseguridad. Ana, vecina de Badalona de toda la vida, explica que nunca había visto una situación similar. “Aquí debajo del puente no pueden estar”, dice, “tienen que alojarlos en otro sitio”.
“Uno incluso me amenazó haciéndome un gesto de pistola con la mano”, añade, y dice que a partir de la tarde, cuando sale el sol, no pasa por esa zona.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad en nuestro perfil de Google.
Publicidad









