El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) puede convertir la vida en una cárcel de pensamientos y rituales. Cuando la terapia y los fármacos no bastan, la cirugía abre una vía inédita para recuperar la libertad perdida.
Un estudio de investigadores de Finlandia y Oxford ha descubierto que infecciones tan comunes como la gripe o las urinarias pueden actuar como detonantes de ataques cardíacos al activar bacterias ocultas en las arterias y provocar una respuesta inflamatoria peligrosa.