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George Floyd

Un testigo rompe a llorar durante el juicio por la muerte de George Floyd: "Les dije que no podía respirar"

Tercer día del juicio contra Derek Chauvin, expolicía acusado del asesinato de George Floyd tras presionarle el cuello con su rodilla durante más de 9 minutos. Este miércoles, los testigos han vuelto a sentarse en el banquillo para responder ante el jurado sobre lo que vieron el 25 de mayo de 2020, día en el que se produjo el supuesto crimen.

Tercer día del juicio por la muerte de George Floyd en el que Derek Chauvin, expolicía de 46 años acusado de su asesinato, vuelve a sentarse en el banquillo. Mineápolis ha acogido este miércoles los testimonios de nuevos testigos, que responden ante el jurado para declarar sobre lo que ocurrió. Por el momento se han subido al estrado una bombero, el cajero del Cup Foods y un conductor que presenciaron los hechos.

George Floyd murió el pasado 25 de mayo de 2020. Momentos antes, fue arrestado por la Policía tras pagar con un billete de 20 dólares falso en una tienda. Durante su retención, Chauvin le inmovilizó presionándole el cuello con su rodilla durante 9 minutos y 26 segundos, mientras Floyd insistía en que no podía respirar.

La tragedia, que provocó una oleada de protestas bajo el movimiento Black Lives Matter, vuelve este miércoles a ponerse en la orden del día estadounidense, con nuevos testigos que aportan su testimonio sobre lo que ocurrió aquel fatídico día.

"Rogué por que le dejaran, estaba desesperada"

El tercer día del juicio arranca con el testimonio de Genevieve Hansen, bombero de Mineápolis que presenció los hechos del pasado 25 de mayo.

Estaba caminando por la calle en su día libre cuando vio lo que estaba sucediendo. Asegura que quiso ayudar a Floyd e insistió a la Policía en varias ocasiones para que le revisaran el pulso, mientras Chauvin seguía subido a su cuello. Los oficiales rechazaron su propuesta.

"Les rogué, estaba desesperada. Es lo que hubiera hecho cualquiera", confesaba ante el jurado.

"Parecía que estaba drogado"

El segundo testigo de hoy es Christopher Martin, un joven de 19 años que trabajaba en el Cup Foods el mismo día en que se produjo el supuesto asesinato.

Martin ha contado al jurado que mantuvo una conversación con Floyd cuando entró en su tienda. "Cuando le pregunté si jugaba al béisbol, tardó algo de tiempo responder y llegar a lo que estaba intentando decir. Parecía que iba drogado", asegura.

En el juicio se ha reproducido el vídeo de la cámara de seguridad de la tienda, unas imágenes que no habían visto la luz hasta ahora. En la grabación se puede ver a Floyd entrando en el local y cómo habló con el dependiente, ahora testigo de su muerte.

Sobre el billete falso que le entregó, Martin asegura que "cuando lo vi, noté que tenía un pigmento azul. Me pareció extraño y supuse que era falso". Siguiendo la política de la tienda, le exigió que debía pagar con su dinero real, ya que la factura era falsa.

Fue a buscarle hasta en 2 ocasiones a su coche, para pedir que volviera a la tienda y solucionar el problema. Floyd, sorprendido, se negó todas las veces. "Realmente creo que George no sabía que era falso". Una vez trasladó la negativa a su gerente, asegura que alguien llamó a la Policía.

Cuando llegaron los agentes, Christopher ha contado ante el jurado que uno de ellos, Tou Thao, empujó 2 veces a su compañero de trabajo cuando éste intentó acercarse a la acera donde Chauvin estaba arrodillado sobre el cuello de Floyd.

"Vi a un oficial levantar su arma"

El tercer testigo de la sesión de este miércoles es Christopher Belfrey, un vecino de la zona que estaba aparcando su coche cuando se topó con Chauvin arrodillado sobre Floyd.

"Cuando vi al oficial levantar su arma, empecé a grabar", ha explicado Belfrey ante el jurado. También pudo escuchar, según ha podido declarar, cómo Floyd suplicaba a los agentes que no le dispararan, mientras los oficiales le pedían que enseñara sus manos.

"Estaba asustado. Dejé de grabar porque no quería problemas, uno de los oficiales me miraba fijamente mientras estaba grabando, así que lo dejé", continúa Belfrey.

En su vídeo se puede ver cómo 2 agentes están de pie sobre Floyd, esposado y sentado en el suelo. En el momento en el que detuvo la grabación, vio a los agentes llevándose a Floyd al otro lado de la calle. Pensó que le estaban deteniendo, por lo que se empezó a alejar.

"No podía ganar"

Charles McMillian fue el primero en llegar al Cup Food cuando trascendieron los hechos. Sentado frente al jurado, han enseñado un vídeo en el que se ve al testigo frente al coche de Policía en el momento en el que intentan meter a Floyd en la parte trasera del vehículo. Asegura que en ese instante intentó hablar con él para convencerle de que entrara en razón e hiciera caso a la Policía.

"Yo mismo he tenido interacción con los oficiales y entiendo que una vez te subes al coche, no puedes ganar", explicaba, mientras insiste en que en todo momento estuvo esposado y que comprendió lo que le estaba diciendo mientras gritaba –Floyd- que era claustrofóbico.

La grabación prosigue en el momento en el que sacan a Floyd del vehículo y le tumban en el suelo. Para inmovilizarle, Chauvin pone su rodilla sobre el cuello de la víctima, mientras grita que no puede respirar.

Al ver las imágenes, el testigo rompe a llorar durante unos minutos. "Dios mío", dice entre lágrimas.

Cuando vio lo que vino a continuación, se dirigió a Chauvin para advertirle que "no respeto lo que has hecho, incluso le dije que el hombre no podía respirar. Ellos dijeron 'si sigue hablando, puede respirar'".

"Por favor, no me disparen"

Llega el turno de James Rugel, policía de Mineápolis. Es el encargado de dirigir la unidad de tecnología empresarial del departamento de Policía.

Durante su intervención, se ha mostrado el vídeo de la cámara corporal de Chauvin en el momento de los hechos. Es la primera vez que se ven públicamente estas imágenes.

La dureza de la grabación muestra a un George Floyd desesperado, llorando y rogando a los policías que no le dispararan.

Las sesiones previas del juicio

Desde el pasado lunes se han desarrollado 3 sesiones del juicio contra Chauvin. El fiscal Jerry Blackwell, se dirigió al jurado para convencerles de que el expolicía es "todo menos inocente", al tiempo que pedía que fuera condenado por homicidio y asesinato en segundo y tercer grado. "Utilizó una fuerza excesiva", insistió Blackwell.

Llegó entonces el turno de Eric Nelson, abogado del acusado, que defiende que Floyd murió por una sobredosis provocada por la ingestión de metanfetamina, drogas que se encontraron en su vehículo y cuyas pastillas portaban su ADN, según el informe de la autopsia.

Durante ambas sesiones, varios testigos se subieron al estrado para aportar su testimonio. Todos coincidieron: Floyd estaba esposado e indefenso cuando Chauvin seguía presionándole el cuello, mientras "suplicaba por su vida" y llamaba a su madre para despedirse de ella, asegurando que no podía respirar.

"Sus ojos se giraban hacia atrás", dijo una de las presentes en el momento del supuesto crimen. "Pensé que estaba presenciando un crimen, sabía que no viviría", le seguía otro testigo.

Tres de las testigos que se sentaron el pasado martes en el banquillo para ofrecer sus declaraciones no fueron identificadas, ya que eran menores cuando se produjeron los hechos. Muchas de ellas no pudieron contener las lágrimas cuando recordaban lo sucedido el pasado 25 de mayo. Otras aseguran que llegaron a sentir miedo de Chauvin, que tenía una "mirada penetrante y despiadada".

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