El Papa nombra como asesora personal a una joven italiana, Francesca Chaouqui

Francesca Chaouqui es una joven italiana de padre marroquí; experta en relaciones públicas. El Papa ha elegido a esta treintañera para una ambiciosa tarea: aconsejar al Pontífice en la reforma de la estructura económica y financiera de la Santa Sede. Chauqui trabaja codo con codo con el español Ángel Vallejo, encargado de las cuentas vaticanas y con otros seis asesores nombrados por Francisco. Ella es la única mujer y la única italiana.

La prensa ha curioseado en su pasado y ha descubierto ciertos vínculos que han sacudido los muros de Roma. Francesca es amiga del periodista que publicaba los documentos robados a Benedicto XVI por su propio mayordomo. No dudó en felicitarle por las filtraciones.

Antes de ser nombrada, llegó a decir en Twitter que Ratzinger sufría leucemia y que el cardenal Bertone, su secretario de estado, era un corrupto que ha convertido el Vaticano en un negocio personal. También usó la red social para sacar del armario al exministro de economía de Berlusconi, lo que le ha valido una denuncia del mismo Tremonti.

Misteriosamente, ironiza la prensa de Roma, sus comentarios ya han sido eliminados. Ahora, envuelta por la polémica, prefiere mantenerse en silencio. En uno de sus últimos mensajes prometió que su corazón y su empeño estarán siempre al servicio del Santo Padre.