COVID-19

China decreta campos de aislamiento Covid y sella la provincia de Xinjiang, donde viven más de 20 millones de personas

Las autoridades chinas han descrito la situación en la región como la emergencia de salud publica "más difícil de controlar en la historia local".

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El Gobierno de China ha confinado totalmente la provincia de Xinjiang debido a un rebrote de COVID-19. De hecho, las autoridades chinas han descrito la situación en esta región occidental como la emergencia de salud publica "más difícil de controlar en la historia local". Es por eso que, para tratar de controlar la situación, China ha decretado campos de aislamiento para contener el aumento de contagios.

Xinjiang no había registrado antes un número de contagios tan elevado ni una propagación tan rápida de los casos, ha informado el vicegobernador de la región, Liu Xushe. El mandatario ha señalado que el rebrote de Covid se remonta al pasado 30 de julio, fecha a partir de la cual la epidemia "se propagó por la región en un corto período de tiempo".

Liu también ha lamentado la "paralización y la relajación de algunas áreas" y la ausencia de "medidas de prevención" en la provincia, donde viven unos 22 millones de habitantes. Motivos que han propiciado este fuerte rebrote desde "mediados de septiembre".

Política de 'cero Covid '

Primero se había aplicado un confinamiento total en las localidades más importantes de Xinjiang y ahora China ha decidido sellar completamente la provincia, la más extensa del país. Una medida que se enmarca dentro de la política 'cero Covid' que propone el gobierno chino.

Este aislamiento ha conllevado la cancelación de todos los vuelos y los autobuses de salida y, prácticamente, todos los vuelos.

Esta estrategia lleva en vigor desde 2020 y consiste en el aislamiento de todos los infectados y sus contactos cercanos, un control estricto de las fronteras, campañas masivas de pruebas PCR, limitaciones a la movilidad y confinamientos selectivos o totales allá donde se detecte algún caso. A esto hay que añadir que las fronteras chinas permanecen cerradas al turismo y que todos los que entren en el país han de someterse a una estricta cuarentena de, al menos, siete días en un hotel sufragado por ellos mismos y asignado por las autoridades.

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