Madaya, sitiada por el ejército sirio y condenada a una muerte lenta

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SI NO RECIBE AYUDA MÉDICA, PODRÍA FALLECER

El caso de la niña Manar, en peligro de muerte, mantiene en vilo a Madaya

Madaya, situada al noroeste de Damasco y cerca de la frontera con el Líbano, sufre el cerco del régimen sirio y de su aliado, Hizbulá, desde el pasado julio, y tiene una población de más de 40.000 personas en riesgo de morir de hambre.

El caso de la pequeña Manar Mahmud, de diez años y en peligro de morir si no recibe tratamiento, mantiene en vilo a los vecinos de la población asediada siria de Madaya, en el noroeste de Damasco, dijo hoy el activista Nasir Ibrahim.

"Hay 400 casos de enfermos en Madaya, que necesitan ser evacuados inmediatamente para ser atendidos, entre ellos está Manar". Ibrahim explicó que los médicos del hospital de campaña de la localidad no han podido identificar la enfermedad que sufre Manar, aunque tiene síntomas de meningitis.

"Los médicos no saben con certeza la dolencia de Manar porque en el centro sanitario no hay laboratorio. Tanto ella como otras personas necesitan ser evacuadas lo antes posible".

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos reveló hoy que al menos 300 personas han sido evacuadas de Madaya, información que no ha sido confirmada por ninguna de las organizaciones humanitarias que han participado en el reparto de la ayuda a esta urbe.

Según Ibrahim, ayer hubo un grupo de desplazados de la vecina ciudad de Al Zabadani que estaban atrapados en Madaya y que finalmente pudieron salir de esa población. "Ningún vecino de Madaya que solicitó salir pudo abandonar la ciudad, (el grupo chií libanés) Hizbulá rechazó su petición", lamentó Ibrahim.

Desde julio en alguna ocasión ha podido entrar ayuda, pero a partir de octubre el asedio se intensificó y ha sido imposible el acceso de la población a la asistencia.

Ayer entró en Madaya un convoy humanitario con comida, medicinas y otros productos básicos, organizado por el Comité Internacional de la Cruz Roja, el Programa Mundial de Alimentos  de la ONU y la Media Luna Roja.

Ibrahim destacó que los camiones con la asistencia acabaron de entrar en Madaya la pasada madrugada y que la distribución de la ayuda entre las familias se ha extendido hasta esta mañana.

Cada familia ha recibido cinco kilogramos de azúcar, uno de garbanzos, uno de sal, diez de arroz, cuatro de bulgur, cinco de habichuelas, seis latas de judías, dos botes de pasta de tomate y cinco litros de aceite.

Durante la jornada de hoy "la gente está tratando de descansar y comer algo con lo que ha recibido", indicó el activista, que apuntó no obstante que los habitantes de Madaya están preocupados de que los alimentos se agoten.

Las organizaciones humanitarias han avanzado que un nuevo convoy llegará a Madaya en los próximos días.

El Gobierno de Damasco autorizó el jueves el reparto de la ayuda a Madaya y a los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya, cercados por la filial siria de Al Qaeda y localizados en la provincia septentrional de Idleb.

Según Médicos Sin Fronteras (MSF), al menos 28 personas han muerto de hambre en Madaya desde el pasado 1 de diciembre en el centro sanitario al que ofrece apoyo la organización.

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