Una cabra en el banquillo de los acusados por comerse unas flores de un jardín público

La cabra, cuyo nombre es Gary,  llegó a la sede del tribunal con su dueño y engalanada para la ocasión, con un sombrerito de paja.

El comediante James Dezarnaulds, dueño del animal, quiso convertir la vista en un espectáculo acudiendo con su 'mascota' vistiendo una boina. A la cabra han estado a punto de sentarla en el banquillo, con él al lado, por comerse unas flores de un jardín público.

Todo ocurrió en los alrededores del Museo de Arte Contemporáneo. El animal no pudo resistirse a la tierna hierba de los jardines y se lanzó a alimentarse, sin ser consciente de que aquello no estaba permitido.

A su dueño le multaron con casi 500 dólares, pero además le citaron judicialmente.

Su abogado ha conseguido demostrar que Gary no se comió las flores con ánimo de destrozar el parterre.

El letrado aprovechó la presencia de los medios ante tan inusual espectáculo para denunciar "el dinero de los contribuyentes que se había gastado en perseguir a una persona cuya cabra se ha comido un poco de vegetación".