La sombra de la corrupción planeó durante la primera sesión de control del año 2013. La primera pregunta al respecto la planteó Cayo Lara que ha pedido al líder del Ejecutivo la celebración de un pleno monográfico para elaborar un Plan contra la corrupción en España. Un Plan que según la respuesta de Rajoy no sólo dice estar dispuesto, si no que recuerda que que existe voluntad de pactar la Ley de Transparencia. "Se puede construir entre todos y en positivo si se tiene voluntad política de hacerlo", afirma Mariano Rajoy.
El jefe del Ejcutivo pudo torear bien las preguntas y evitó dar explicaciones sobre el caso Bárcenas, limitándose simplemente a ofrecer un Plan de Transparencia. Sin cambiar el rumbo, el líder de la oposición ha reprochado a Rajoy que la "lucha contra la corrupción es responsabilidad de todos, y usted tiene un problema que afecta a Comunidades, a Ayuntamientos" por lo que Rubalcaba ha exigido al Gobierno "contundencia, celeridad y ejemplaridad". La respuesta desde la bancada popular era previsible y tras el escándalo destapado en torno a Carlos Mulas y su esposa Rajoy usó la misma medicina para contrarestar el ataque socialista: "estoy de acuerdo con lo que me dice y no se me ocurre otra cosa que darle el mismo consejo".
Tras las respuestas del Presidente la batalla la tuvo que lidiar la vicepresidenta que comenzó su intervención enfrentándose a las acusaciones de Rosa Díez por las que la diputada de UPyD aseguró que "los corruptos tiene tres posibilidades para no pagar, que prescriba, que haya acuerdo de conformidad o que el Consejo de ministros les indulten" por lo que reiteró que es el momento de las "reformas legales". Un consejo que tuvo una contundente respuesta por parte de Santamaría: "el Gobierno presentará medidas concretas".
El 'rifi-rafe' entre los diversos grupos y el PP ha sido constante, desde Amaiur que ha considerado la corrupción como algo "inherente al sistema español" hasta la socialista Soraya Rodríguez que ha acusado al Gobierno de "haber hecho un traje a medida de los corruptos" y calificó la amnistía fiscal como algo "moralmente indecente", a la que algunas informaciones apuntan se ha acogido Bárcenas.
Fue precisamente en este punto donde ambas 'Sorayas' elevaron la intensidad de su debate y Santamaría atacó a Rodríguez que quizás entre los socialistas haya quien tenga que declarar algún bien o cuenta.
Santamaría más concisa que su superior ha asegurado que "la corrupción no conoce de colores, sino de falta de honradez y honestidad", con esta afirmación trató de desviar el debate hacia otros derroteros, sin conseguirlo porque en todas las intervenciones incluso en las preguntas enfocadas hacia la situación económica la corrupción salió a colación.