El Gobierno de Pedro Sánchez prevé una subida de la presión fiscal de más de 26.000 millones en cuatro años. Esa subida se repartirá de la siguiente forma:
- Subida del IRPF: dos puntos para las rentas superiores a los 130.000 euros al año y cuatro para las que superen los 300.000.
"La adopción de esta medida responde a la justicia social y a la capacidad
contributiva de los ciudadanos, de forma que aporten en mayor medida los
ciudadanos que dispongan de mayor renta", explica el documento.
- Creación de un tipo mínimo del impuesto de sociedades que subirá del 15% al 18%
- Creación del Impuesto sobre las Transacciones Financieras: se gravará con un 0,2% las operaciones de compra de acciones españolas ejecutadas por operadores del sector financiero.
- Saldrá adelante la tasa Google y la tasa Tobin
- Equiparación del precio de gasóleo y la gasolina, lo que podría elevar al precio del diésel en 3,8 céntimos por litro. Según el documento, "esto no persigue un fin recaudatorio per se, sino que busca proteger el medioambiente"
Esto coloca la presión fiscal en máximos desde el año 2007, lo que ha sido criticado este martes por partidos de la oposición.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha calificado este miércoles de "sablazo intolerable a las clases medias" las medidas fiscales incluidas por el Gobierno en la actualización del Programa de Estabilidad para el cuatrienio 2019-2022 remitida a Bruselas.
Por su parte, desde el Partido Popular, Andrea Levy ha asegurado que su partido ya advirtió durante la campaña electoral que "estas elecciones ocultaban pactos con los independentistas y una recesión económica que no podía ocultar Sánchez".
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