"Nos puede corresponder en el entorno de una garantía de 5.000, pero son cifras muy preliminares porque no sabemos todavía si va ha haber países de fuera del euro que también van a hacer aportaciones", ha dicho la vicepresidenta tras la reunión de ministros de Economía de la UE en la que se perfiló el rescate de Portugal.
Salgado ha resaltado que "no es que tengamos que emitir deuda, lo que tenemos es que proporcionar garantías" y ha anunciado que el Gobierno irá al parlamento para comunicar esta concesión de garantías.
En todo caso, la aportación final de España al rescate de Portugal dependerá de cómo se reparten los 80.000 millones entre la UE y el FMI, y qué parte del dinero procede del fondo de 60.000 millones garantizados por el presupuesto comunitario y qué parte corresponde al mecanismo intergubernamental de 440.000 millones. España debe aportar el 12,8% de la parte de la ayuda que salga de mecanismo intergubernamental, ha explicado Salgado.
La vicepresidenta económica ha reclamado a los partidos políticos españoles que escuchen el "mensaje político" que a su juicio se desprende del rescate de Portugal. "Hoy Portugal está aquí fundamentalmente porque el plan de ajuste que ha presentado fue rechazado por el parlamento, un parlamento que sabía que si rechazaba ese plan de ajuste lo que hoy estamos viviendo iba a ser imposible de superar y que por lo tanto iba a tener que posiblemente necesitar pedir ese rescate", ha destacado la vicepresidenta.
"Volviendo la vista atrás, es un ejercicio de responsabilidad que, aunque sea con carácter retroactivo, a mi me gustaría que se hiciera. Vivimos una situación difícil en mayo y la respuesta del principal grupo de la oposición no fue una respuesta adecuada", ha criticado Salgado.
La vicepresidenta ha celebrado que la UE haya dejado claro que la situación de España no tiene nada que ver con la de Portugal, aunque ha dicho que "no es algo de ahora" sino que "hacía tiempo que se estaban reconociendo los esfuerzos de España y también los rasgos distintivos de nuestra economía".
Incluso en el peor momento de la crisis de deuda en mayo de 2010, ha proseguido la vicepresidenta, ya "se reconocía que había diferencias entre los distintos países".
"Lo decíamos siempre, es una economía muy diversificada, exportadora, con un buen historial de superávit y consolidación fiscal cuando ha sido necesario, unos niveles muy bajos de deuda y sobre todo mucho entusiasmo por hacer reformas y salir adelante", ha dicho Salgado.
Ha insistido en que el Gobierno nunca ha sentido el "riesgo" de rescate pero se ha visto obligado a "acelerar" las reformas ya previstas por la presión de los mercados. "Más que difícil para el Gobierno, yo creo que supone un esfuerzo para los ciudadanos", ha dicho.