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HA DECLARADO EN LA AUDIENCIA NACIONAL

Amorós niega haber puesto en juego la solvencia de la CAM

La ex directora general de la CAM, Maira Amorós, ha asegurado que no tomó ninguna medida que comprometiera la solvencia o liquidez de la entidad, ni diseñó ningún producto financiero que pudiera "poner en peligro o generar riesgo para los inversores".

Maira Amorós, ex directora general de la CAM, ha asegurado que no tomó ninguna medida que comprometiera la solvencia o liquidez de la entidad, ni diseñó ningún producto financiero que pudiera "poner en peligro o generar riesgo para los inversores". Tras declarar este viernes en la Audiencia Nacional como imputada, el abogado de Amorós, Carlos Saiz, ha explicado que su representada sólo fue directora general durante ocho meses y en los últimos cuatro estuvo "en todo momento supervisada por la inspección del Banco de España, que estaba "in situ" en la caja".

Además, ha explicado que en los cuatro primeros meses en el cargo tuvo delegada sus facultades al SIP, la alianza con la que la CAM se iba a unir con Cajastur y otras dos cajas. En cuanto a su sueldo, que rondaba los 600.000 euros anuales, y la pensión vitalicia de 360.000 euros anuales, Amorós ha explicado al juez Javier Gómez Bermúdez que no realizó ninguna modificación en su sistema retributivo y que no cobró ninguna indemnización.

Al término de la declaración de Amorós, que ha durado tres horas, el abogado de la acusación popular ha asegurado a los medios que la última directora general de la caja se ha desvinculado de las responsabilidades contables y de crédito de la entidad, así como de la orden de emitir cuotas participativas y participaciones preferentes, con las que se calcula que hay 50.000 afectados.

Al igual que los otros cuatro exdirectivos de la CAM acusados de delitos de estafa, societario, apropiación indebida y manipulación del precio de las cosas, Amorós ha insistido en que no tenía decisión directa sobre los polémicos préstamos en los que participaba la caja, como el crédito sindicado de 1.200 millones al proyecto inmobiliario de Polaris World.

Con respecto al incremento de su sueldo desde los 350.000 que cobraba como directora adjunta, un puesto que ostentó desde 2001 hasta 2010, hasta los 593.000 euros que percibió posteriormente al pasar a ser directora adjunta a general, Amorós ha asegurado que fue una decisión que adoptó y ratificó el consejo de administración.

 

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