El alcalde de Sevilla asegura que la ciudad volverá a estar limpia en una semana

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), se ha mostrado orgulloso de la "paciencia" de los sevillanos por haber sabido soportar la huelga de basuras y ha dado un "plazo prudencial" de una semana para que la ciudad recupere la normalidad y esté limpia.

Zoido ha comparecido poco después de que la asamblea de trabajadores de la empresa municipal de limpieza, Lipasam, haya desconvocado la huelga de recogida de basuras, que hoy ha llegado a su undécimo día, con algo más de 7.000 toneladas de residuos acumuladas en las calles de la ciudad.

Ha advertido de la dificultad de recoger la gran cantidad de basura acumulada en las calles, en especial la de los contenedores de carga lateral rodeados de bolsas que hay que retirar antes de que puedan cargar los camiones. Zoido ha agradecido el "comportamiento ejemplar" de los sevillanos, su "paciencia" y que hayan sabido "soportar" los inconvenientes de la huelga, y se ha mostrado orgulloso del esfuerzo de los hosteleros y comerciantes por haber mantenido la ciudad lo más limpia posible. 

Ha dicho que desconoce por qué los trabajadores de Lipasam han cambiado su opinión después de que rechazaran el acuerdo al que el comité había llegado con la dirección de la empresa. Preguntado por la tardanza en comenzar las negociaciones, ha respondido que no lo hicieron hasta que el comité de empresa "tomó una postura de respeto" y remitieron los actos vandálicos. Para el alcalde, con este acuerdo se garantiza la viabilidad de Lipasam y los empleos y se abre a todos los sevillanos una bolsa de trabajo "que hasta ahora estaba cerrada".

En la asamblea de trabajadores, el acuerdo al que llegó el comité de empresa con la dirección en la última reunión ha sido aprobado por 845 votos a favor y 135 en contra, mientras que 7 votos han sido en blanco y 2 nulos. La votación ha sido mediante voto secreto, a diferencia de la de ayer, cuando votando a mano alzada y por aclamación se decidió proseguir la huelga. Los trabajadores, que, en principio, rechazaban una rebaja salarial del 5%, la han aceptado finalmente del 3,6%.