Expedición

VÍDEO: La vuelta de los clavadistas de Acapulco tras el huracán Otis

Con fuego y antorchas, los clavadistas de Acapulco volvieron a lanzarse desde una altura de 45 metros.

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Hace dos meses que el huracán Otis tocó tierra en Acapulco, provocando daños materiales importantes y dejando la vida de decenas de marineros en pausa. Las autoridades de la Secretaría de Cultura confirmaron que los clavadistas volvieron el pasado 12 de diciembre a esa misma zona, conocida como "La Quebrada", para realizar sus espectaculares presentaciones con fuego y antorcha.

En el puerto de Acapulco, los clavadistas que se lanzan al mar desde "La Quebrada" representan una las principales atracciones turísticas. Esta "performance" forma parte de la historia de Guerrero, porque es un espectáculo que se lleva realizando desde 1934. La mayoría de las personas que llevan a cabo estos saltos son jóvenes, quienes en ocasiones se arrojan al agua con antorchas encendidas.

"Queremos que los turistas vuelvan a visitarnos y vean nuestro espectáculo aquí en Acapulco", es el llamamiento que hacen los clavadistas a todos los turistas del mundo.

El huracán Otis destruyó todo

Tras los desastrosos daños materiales que causó el huracán Otis (categoría 5) y cobrarse la vida de decenas de marineros, las autoridades federales se esforzaron por recuperar la actividad turística de la zona, ya que es considerada una de las principales fuentes de ingreso para muchas familias en el puerto. Por este motivo, se tomó la decisión de reabrir "La Quebrada" para los clavadistas, de esta forma, pudieron volver a realizar sus shows y atraer el turismo a esta impresionante zona. 

Sobre La Quebrada

La Quebrada es uno de los puntos de mayor interés turístico tanto para ciudadanos nacionales como internacionales que acuden al puerto de Acapulco. Este lugar cuenta con una altura de 45 metros y está compuesto de un canal de siete metros de ancho y cuatro de profundidad. Además, llama la atención que el fondo está compuesto por rocas, por lo que ver saltar a clavadistas desde la altura despierta interés por el grado de complejidad.

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