La Real Sociedad noquea al Betis con la cabeza en Anoeta

La Real Sociedad ha derrotado al Betis en un duelo de dos rivales directos en un partido que tuvo una parte para cada uno. Los 'txuri urdin' fueron mejores que su rival en un primer acto que les valió marcharse 2-0 al descanso, pero tras la reanudación los de Merino despertaron y acorralaron a los locales.

Poco se vio del Betis intenso y rápido que jugó ante el Real Madrid en Anoeta. Poco, por no decir nada. Los verdiblancos apenas mostraron capacidad ofensiva en la primera parte y la Real Sociedad les tuvo siempre maniatados. Los 'txuri urdin' fueron completamente superiores, y después del horrendo espectáculo de Gijón de la pasada jornada se rehicieron para ofrecer a su afición una buena primera parte.

Una en la que pronto se pusieron por delante. No se habían cumplido ni 20 minutos cuando Xabi Prieto, con un buen testarazo a centro de Héctor. A punto estuvo de llegar Adán, el salvador Adán que impidió el triunfo madridista la pasada semana, pero el arquero se quedó a milímetros de sacar un balón que terminó por ser el 1-0. El justo 1-0, más justo aún con el paso de los minutos.

Rulli vivía tranquilo en sus dominios gracias al buen hacer de la Real Sociedad sin balón. Con él, también se desenvolvían bien, y antes del descanso ya lucía el 2-0 en el luminoso. De nuevo con la cabeza, pero esta vez a pelota parada. Rubén Pardo lanzó el cuero directo a la testa de Íñigo Martínez y este no tuvo piedad alguna del Betis. Se ponía muy de cara el partido para los intereses de la Real.

Otro Betis tras el descanso

Sin embargo, el Betis reaccionó tras el paso por vestuarios. Las salidas de Van Wolfswinkel y de Joaquín, aparte de la más que segura charla del técnico, insuflaron aire a un equipo que estaba grogui. Salieron a por todas, y por ello poco tardó Rubén Castro en dar vida a un partido que con el 2-1 entró en un nuevo terreno. Los béticos pasaron de dominado a dominador y Eusebio buscó más agarre con la salida de Bergara por Oyárzabal.

De poco sirvió pues los verdiblancos estaban lanzados. La Real apenas existía en ataque y no hacía más que achicar y achicar el chaparrón bético que había en las proximidades de Rulli. El arquero resultó salvador, tan salvador como que el árbitro no viera un penalti de Illarramendi a Ceballos que habría supuesto sin duda una clamorosa ocasión para un empate que cada vez parecía ser más justo.

No se movió el marcador, a pesar de los múltiples intentos béticos para que eso pasara. Al final, los tres puntos se quedan en Anoeta y sirven para que los de Eusebio vayan sacando la cabeza rumbo a la zona media de la tabla. El Betis, por su parte, se mete en problemas a pesar de la buena segunda parte realizada.