Fútbol

Fútbol contra la guerra en Ucrania: el equipo femenino de Mariúpol resurge de sus cenizas

Volvió el fútbol a Mariúpol de una forma atípica, sin aficionados en las gradas y con las jugadoras con la mente puesta en enviar un mensaje de esperanza al mundo.

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Se niegan a rendirse. Un grupo de jugadoras de fútbol originales de Mariúpol han formado un nuevo equipo con sede en Kiev, reclutando miembros de todo el país en plena invasión rusa de Ucrania. Jugaban al fútbol en Ucrania antes del inicio de la guerra y quieren volver a practicar su deporte favorito después de tantos meses de un sufirmiento e incertidumbre que aún no ha terminado.

Su objetivo va más allá que mantener su puesto en la liga y disfrutar del fútbol, recordar a toda la sociedad que Mariúpol está muy cerca de cumplir un año bajo la ocupación rusa y reivindicar que la ciudad en la que nacieron y crecieron sigue siendo ucraniana. La ciudad fue arrasada al inicio de la invasión y fue muy castigada por las tropas de Vladímir Putin, como muestra la foto ganadora del World Press Photo de este año.

"Queremos que vean que Mariúpol es Ucrania, incluso si está bajo ocupación temporal"

Karina Kulakovska

Hasta hace un año, jugaban en la liga nacional ucraniana y ahí es donde han vuelto a competir. Esta semana, el equipo disputó su partido correspondiente en la jornada del campeonato nacional contra el Shakhtar, en lo que fue una pequeña instantánea de normalidad en el campo, como hasta antes de la invasión.

Pero había varios síntomas notables de que sólo se trataba de una falsa normalidad. Las jugadoras saltaron al campo envueltas en banderas de su país, tratando de recordar cuál es su objetivo: "Nuestro objetivo en cada partido, en cada semana, es que la gente vea en vídeo y en todas las redes sociales que el equipo de Mariúpol existe, que Mariúpol es Ucrania, incluso si está bajo ocupación temporal", explicaba Karina Kulakovska, entrenadora del equipo.

Sin público

El partido se disputó a puerta cerrada, tal y como estimaba la orden de la policía para garantizar la seguridad dentro del estadio. No hubo acceso a los aficionados. Lo que sí que hubo antes del pitido inicial del colegiado fue un minuto de silencio en honor a las víctimas fallecidas durante la invasión.

Sonó el himno de Ucrania con las jugadoras de ambos equipos abrazadas antes de un partido atípico que sirve, además de para sumar puntos en la liga nacional, para pelear por pronto vuelva la normalidad a los estadios, y al país.

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